Capítulo 19

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Casi suelta un grito al sentir el bolsillo de su pantalón vibrar, con su teléfono anunciando una llamada. Gerard se extrañó al no reconocer el número.

Su móvil sonaba en escasas ocasiones, generalmente eran mensajes de Frank fastidiandolo y recomendandole páginas de pornografía que el esmeralda nunca miraba, respondiendo insultos con la cara sonrojada a más no poder. El resto de las ocaciones en las que usaba su teléfono era para llamar a casa y avisar que estaba con vida, o una vez, consultar si se podía quedar a dormir en casa del tatuado.

Nunca recibía llamadas. Frank decía que eso era para chicas y que si alguna vez le marcaba, no pensaba contestar. Presumido de mierda.

-¿Sí? -Un corto silencio al otro lado de la línea le hizo pensar que era una broma de mal gusto.

-Umm ¿Gerard? -Esa voz masculina le sonaba conocida. Pero no era malvada ni nada, sólo...

-¿Quién habla? -Preguntó con prisa, mirando a los lados de la calle, intentando divisar presencias además de ese feo perro marrón que llevaba 10 minutos siguiendolo.

-Soy Patrick, de la escuela. Ya sabes, rubio, enano...

-Oh, Patrick, si, si, me acuerdo de ti. -Entró a la tienda, sintiendo el calor invadir su cuerpo de inmediato. Suspirando aliviado- ¿Sucede algo? ¿Cómo tienes mi número?

-Uh... Frank me lo dio hace unos días. Espero que no te moleste, sólo quería saber si estabas bien...

-Eso, eso es muy dulce. Gracias, Pat.

-No es nada. -Susurró el chico bastante desanimado- Yo... Lo siento, no debí haber llamado, pero no podía dejar de pensar en lo idiota que fui al irme sin hacer nada...

-Hey, no, no, está bien. Estoy vivo después de todo. No es tu culpa, has sido grandioso conmigo, tranquilo. -Gerard sacó un papel cuidadosamente doblado de su chaqueta, leyendo la lista de la compra y tomando un paquete de espaguetis.

-Si. -Parecía como si quisiera decir algo pero estaba demasiado avergonzado para hacerlo- Ah, yo, también quería, pero si no quieres no... yo quería ¿Estás libre mañana?

El esmeralda se quedó con la vista fija en la etiqueta de un tarro de atún. ¿Estaba libre mañana? ¿Estaba Patrick sugiriendo que salieran? ¿Quería salir con Patrick?

-Estaré en casa todo el día mañana ¿Por-por qué lo preguntas?

¿Eres estúpido o qué? Tú ya sabes por qué lo dice, tarado.

-¿Quieres ir al cine? -El chico rubio habló con un hilo de voz. Era como sí tuviera miedo y Gerard lo imaginó jugando nervioso con el cable del teléfono. Patrick era muy tierno.

-¿Al cine? Por supuesto, amo el cine. Sería genial. Juntos, ir al cine -Sin querer chocó con el estante de toallitas higiénicas femeninas, provocando que una considerable cantidad de estas cayera al suelo- Mierda, que estúpido.

-¿Qué?

-¿Eh? Oh, no, no era para ti. Soy muy torpe, lo siento, lo decía por mi.

De pronto parecía ser Ralph el demoledor. Chocando con todo mientras intentaba alcanzar a la cajera para largarse de una vez.

Comenzó a insultar a la nada, escuchando la suave risa de Patrick en el teléfono.

-No es gracioso. Joder, creo que tendré que pagar esa caja de huevos.

Saco un arrugado billete de 10 dólares y tomó las bolsas con prisa. Patrick no paraba de reírse.

-Bien, bien. Te espero en la entrada del cine a las 7:00 ¿Sí?

Crash Into My Arms {Frerard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora