Gerard miró la alfombra, a los pies de su cama. Tarareando la primera melodía que se le vino a la cabeza. Los rayos de sol se filtraba a través de las cortinas cerradas e iluminaban algunos sectores de su cuarto, dejando sus calcetines grises reluciendo y su enorme pijama en tonos oscuros. Gerard suspiró. Era mediodía y sólo quería quedarse en la cama. Quedarse en cama y plasmar sus sentimientos en una hoja en blanco.
Pasó repetidas veces las manos por su negro y opaco cabello, sintiendo lágrimas acomularse en sus ojos.
Se quedó inmóvil, sentado, con los ojos abiertos y gotas cristalizando sus ojos, para luego deslizarse por su feo rostro sin su permiso.
Una opresión en el pecho. Voces en su cabeza hablando. Y ya estaba llorando desconsoladamente.
¿Te imaginas? ¿Si le hubieras dicho lo que sentías por el?
Se habría reído en tu cara.
Que estúpido ¿Por que creiste que le gustarias?
Mirala a ella, cerdo. ¿Lo ves? Bien, ahora mírate a ti.
Que bueno que no le había dicho nada. Luego de despertar, Frank había estado intentando evadir el tema a toda costa, rompiendo en miles de pedazos la ilusión de Gerard. Se había sentido tan mal, tan enfermo, que había huido a su casa, apretando los labios para no romper en sollozos y alertar a toda la casa con un escándalo.
Había sido muy tonto, ¿Cómo podría quererlo estando ella? Era perfecta, no tenía palabras para describirla. Ni siquiera se podían comparar. Gerard no era lindo, no era delgado, no era dulce ni bondadoso, ni era especial en ningún ámbito, pero lo que más importaba: Gerard no tenía al avellana
Soy tuyo.
Te pertenezco hace tiempo.
Pero tú no me perteneces a mi.
No a mi.
Lo que es una mierda.
Una real mierda.Se sentía tan poca cosa al lado de ella, se sentía tan roto, tan triste.
¿Cómo es que Frank había hecho algo así con él? Le había prometido tantas cosas, le había dado tanto amor con ese beso...
Amor que Gerard necesitaba desesperadamente, por que no era capaz de ofrecerselo a si mismo. Gerard no se quería. Quería a Frank, mucho más que a si mismo. Eso era un gran problema. Era tan débil que no pudo encararlo. Ni siquiera cuando el tatuado lo ignoró durante todo el día lunes en la escuela, y al otro y al otro día.
Patrick no había hecho preguntas sobre las marcadas bolsas color púrpura que había bajo sus ojos, cosa que agradeció. No había vuelto a salir con Frank, ni llamadas, ni mensajes, ni miradas.
No estaba enojado, sólo triste. Por que seguía queriendolo, y eso no cambiaría. Incluso si Frank amaba a Jamia y no a él. Era algo que estaba en su corazón, lo sentía, por la mierda, si que lo sentía.
Sentir era todo lo que podía hacer... Sentía tanto.
Se cubrió con las sábanas hasta la cabeza y dejó las lágrimas salir, soltando suspiros de puro dolor.
De todas formas no importaba.
A nadie le importaba.
El ruido de la puerta al ser golpeada llegó hasta sus oídos y se hizo bolita en la cama.
-No quiero lo que sea que traigas. ¡Lárgate!
-Gerard, soy yo. Déjame entrar.
Ese era Frank. Estaba en su puerta. ¿Por que Donna dejaba que entrasen todos los que golpeaban y se hacían llamar amigos? Alguno de esos días iba a ser un asesino serial camuflado.
-¿Qué quieres?
-Oh, vamos. -Frank casi gritó. Parecía cabreado- Gee... Tenemos que hablar, lo sabes.
-No, no lo sé. No se nada... Vete.
-No voy a irme. Abre ahora o voy a rodear la casa para entrar por tu ventana.
Gerard puso los ojos en blanco, ¿Por qué demonios el avellana no podía obedecer una simple orden como "vete"? ¿Qué tan difícil era irse? Tan sólo vendría a hablarle de Jamia, lo fantástica que era ella, que había sido un error y que no debía repetirse. No gracias, Frankie.
Entonces la puerta se abrió, dejando ver a un lindo chico tatuado con un mohicano y piercings en la cara. Realmente lo detestaba. Llevaba una chaqueta y jeans, con las manos en los bolsillos- Iba a entrar de todos modos.
Decidió sentarse junto a Gerard, que estaba hecho un ovillo bajo las mantas.
-Es mediodía, perezoso. -Susurró con cariño, acariciando el cabello negro de su amigo.
Dime algo que no sepa.
-Deberías levantarte.
¿Ésta es la parte en donde dices que Jamia es mil veces mejor que yo?
-¿No piensas hablarme? -El esmeralda no se movió ni contestó- Gee... No sabes como lo siento, lo siento tanto que ni te imaginas.
Bien, Frank supo que eso sería un monólogo. Se lo merecía.
-Estaba asustado. Por eso lo hice. Por eso me aleje. Ella es mi novia, pero también mi mejor amiga. No podía hacerle algo así.
El tatuado se quitó la gruesa prenda superior, quedando así más cómodo y destapando a su amigo, para meterse en la cama con el.
No quiso mostrarle su rostro a Frank, pero dejó que éste lo abrazara. Nadie lo hacía como el. Nadie podía hacerlo sentir tan bien con su calor, nadie más que Frank.
-Creí que lo olvidaría. Que luego volveríamos a ser amigos como siempre. Pero ya sabes, no fue así. -Besó su hombro con suavidad, apoyando la cabeza en su espalda- Odio verte con Patrick. Odio verte con cualquiera que no sea yo.
Gerard se estaba agitando y pequeños sollozos se hacían oír. El pelinegro estaba llorando.
-A ti te gusta Jamia. Ella... es perfecta para ti. Es tan hermosa y yo no soy ni la mitad de lo que es ella, ¿Cómo puedes decir estas cosas?
Estaba confundido. ¿Desde cuando Frank tenía doble personalidad?
-Es la verdad, Gee. Lo juro. Me gustas, me gustas muchísimo. No digas eso de ti. Tu eres la cosa más bonita del mundo, cariño.
En algún momento se habían sentado y el avellana a encargaba de acariciar su espalda y besar su pelo, tratando de consolarlo.
-Sh, sh, sh. No llores, Gee. No llores, te quiero. Todo va a estar bien. Sh, estoy aquí.
-Te detesto-o... -Decía Gerard en voz baja, sin parar de llorar- Te odio tanto...
-Lo siento. Lo siento. -Verlo así le partía el alma. Cuando se suponía que debía protegerlo, lo había dejado sólo ¿Qué clase de animal era?- Yo te cuidaré, todo va estar bien. Gerard, mi vida, te amo.
Rompió en llanto de nuevo. Pegándose más a Frank, dejando que presionara sus labios, abriendo la boca y recibiendolo. Sus lenguas acariciandose y sus pulmones pidiendo aire. Lo quería, incluso si lo lastimaba y lo hacía trizas. Lo amaba, nada ni nadie cambiaría eso.
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Crash Into My Arms {Frerard}
FanficGerard está perdidamente enamorado de Frank. [♡Portada por mi hermosa niña @mychemicalverga♡]