Gerard lamentaba no haber podido llevar a Bandit con él. Apenas la sacó a unos metros de casa había comenzado a ponerse extraña y a gruñir. La dejó con Patrick, porque su madre no toleraba los gatos y de seguro iba a olvidar darle de comer.
Suspiró, recostándose en el respaldo del asiento. Estaba cruzando los dedos para que el asiento junto al suyo estuviese vacío. De pronto el autobús se detuvo en una parada y más personas subieron. Una mujer con un niño pequeño, una pareja de ancianos, una familia y varias personas solas. Avanzaban lentamente por el estrecho pasillo, buscando sus asientos correspondientes. Mantuvo sus dedos cruzados, arrugando la nariz.
Se dedicó a observar el paisaje por la ventana, hasta que sintió como alguien acomodaba su equipaje demasiado cerca de el.
Alzó la vista.
Era un chico, no podía tener más de 20 años. Tenía el cabello oscuro, corto y los ojos de un azul intenso. Al parecer viajaba sólo al igual que el. Se sentó, dedicándole una media sonrisa.- Hace frío hoy, ¿No?
Gerard asintió, correspondiendo a su sonrisa. Volvió la vista a la ventana, atento a las imágenes fugaces de la carretera que se cruzaban ante el. Deseo haber traído auriculares, aunque bueno, podría haber sido peor. Como un bebe que llorase sin parar o alguien sin higiene personal.
- ¿Eres de Manhattan? -El chico hablo con una voz algo ronca cuando pasaron pidiendo los boletos.
-¿Eh? No, soy de Jersey, solo... Voy a pasar unos días en casa de un amigo. -Gerard no sintió que fuese muy conveniente mencionar su orientación sexual a un desconocido.
-¿Pasaras navidad alli?
-Si, no lo veo hace tiempo. ¿Tu también vas de visita?
-Si, pero planeo mudarme apenas tenga el dinero. Estudio en Manhattan y así no tendría que viajar todos los días.
-¿Que estudias?
-Psicología. -Murmuro acomodándose desinteresado. Luego volvió la vista hacia el sonriente.- Casi lo olvido, soy Jared. -Extendió su mano enguantada hacia el y Gerard la estrecho.
-Soy Gerard.
Jared lo miro de reojo- ¿Cuantos años tienes, Gerard?
-17.
-¿Tienes 17 años? -Lo miro con las cejas arqueadas y expresión anonadada, abriendo mucho los mojos.- Supongo que si te ves de 17, no lo se. Eres pequeño.
-Voy a cumplir 18 en unos meses - Murmuro con el ceño fruncido.
-Oh, eso no hace mucha diferencia. -Jared lucia divertido.
-Como si tu fueses mucho mayor.
-Pues si, un poco mayor. Tengo 21, 22 en un par de días.
-Vaya... bueno, siempre es un placer charlar con personas de la tercera edad. Tienen... experiencia. -El chico comenzó a reír.
-Eso fue un golpe bajo.
Hablaron la mayor parte del viaje, hasta que el autobús se detuvo en la primera parada de la cuidad.- Aquí me bajo. -El ojiazul le sonrió mientras se colgaba su bolso al hombro y acomodaba su gorro de lana.- Fue un placer, Gerard.
-Feliz cumpleaños adelantado. -Jared le guiño el ojo y posteriormente se alejo por el pasillo hasta la puerta. Gerard lo vio por la ventana una ultima vez antes de que el bus partiera.
Frank lo esperaba en la parada. Llevaba pantalones de chándal y una chaqueta negra con forro de pelo sintético que a Gerard le hizo cosquillas al enterrar su cabeza en su cuello.- Dios. -Gerard exclamo apretando los ojos y abrazándolo fuertemente.
-¿Como estas? -Frank tomo su rostro entre las manos, mirándolo con ternura.- ¿Que tal el viaje? ¿Tienes hambre?
Gerard negó, riendo demasiado confuso e inclinándose a besarle ahí mismo, frente a todas esas miradas de indignación. Frank recibió el beso con sorpresa, pero luego sonrió y siguió el ritmo complacido.- Extrañaba tanto esta cara que tienes, amor. -Hablo pasando un brazo por sus hombros y tomando uno de los bolsos de Gerard para caminar en dirección al apartamento.
Saludo a la recepcionista con una sonrisa cordial y apenas entraron en el apartamento el ambiente se volvió tenso y algo extraño. Se había quedado sin palabras.
Había estado todo el día preparando lo que quería decirle, tratando de entenderse a si mismo y lo que quería, pero realmente no sabia que decir ahora que lo tenia en frente
-¿Tienes hambre? -Gerard asintió, llevando ambas manos a su espalda mientras veía como Frank se quitaba la chaqueta y la delgada tela de algodón de su camiseta se ajustaba a su espalda ancha y a su pecho y joder, tenia que dejar de pensar.- Voy a preparar algo. -Lo vio desaparecer tras la puerta de la cocina. Ambos estaban en silencio, incómodos.
Tomo un cigarrillo del bolsillo de su sudadera y salio al balcón. La brisa fría golpeo su rostro y se apoyo en la baranda, mirando los autos pasar. Dio una calada al cigarrillo y boto lentamente el aire, cerrando los ojos un momento. Perdió la noción del tiempo por lo que parecieron horas, con el ruido del ajetreado trafico de Nueva York retumbando en sus oídos.
-¿Hace cuanto fumas? -La voz de Frank lo saco de su trance, sobretodo cuando sintió una mano en su cintura y un beso en el pelo.
-Unas semanas. Un mes. No se. -Gerard no se puso tenso cuando Frank rodeó completamente sus caderas con los bazos y lo atrajo hacia él, hundiendo el rostro en su cuello. El tatuado comenzó a mecerlo hacia los lados, tarareando.- Sabes, creía que no celebrabas navidad.
-No lo hago, pero me gusta el sentido de estar con la familia y todo eso. Ademas, me dan mini vacaciones. No puedo quejarme. -El de ojos esmeralda asintió, dedicándole una mirada de reojo, algo tosca.
-Gerard yo no... Esto no va a funcionar así. -A cambio, recibió otra mirada agria.- No puedes estar todo el tiempo paranoico y sintiéndote culpable al mismo tiempo. Y se que tal vez no he sido el mejor contigo estos últimos meses pero en serio... Estoy tratando de que funcione, quiero que funcione porque no puedo no estar contigo ¿Entiendes? Todo esto es nuevo para mi e intento manejar los tiempos pero tu solo... Es como si pensaras que no me importa y yo creo que a ti no te importa también.
El menor se aparto bruscamente para mirarlo a la cara- No entiendo nada de lo que dices.
-Sabes bien que si lo haces.
Se quedaron en silencio, como desafiándose a romper el hielo- Haces que suene tan egoísta. Frank, no tienes idea de lo feliz que estoy por ti. Y me encantaría estar tranquilo todo el tiempo sabiendo que estamos bien y que... Soy el único.
Frank iba a interrumpirlo pero Gerard alzó una mano en señal de protesta, alzando la voz, que ya había comenzado a temblar- Pero a veces espero horas junto al teléfono y ni siquiera llamas o mandas un mensaje, durante días. Y yo...
Una lagrima se deslizó por su mejilla, Gerard la limpió y siguió hablando precipitadamente.
-Hay cosas que solo puedo hablar contigo y tu ya casi nunca estas y cuando lo haces casi no te reconozco y a veces desearía que jamas te hubieses mudado ¡Maldita sea! -Pasó por su lado para entrar, dejándolo de pie en el balcón. Frank entró luego de unos segundos, encontrandolo dando vueltas de un lado para otro. Se sintió realmente lastimado.
-Ven.
-No, déjalo. -Conocía tan bien a Gerard para saber que estaba igual, o más perdido que él.
Se resistió, intentando apartarlo y esquivándolo, hasta que finalmente se rindió, dejando que su novio lo envolviese en un apretado abrazo.
-Oh, Gee. -Trazó figuras invisibles en su espalda, susurrando palabras bonitas mientras acariciaba su cabello. Apenas había notado lo delgado que estaba. Mucho más que la última vez.- Vamos a la cama ¿Si? -Los dedos se aferraban fuertemente a su camiseta, como si temiera que Frank pudiese evaporarse.
Llegaron a tropiezos a la habitación y el mayor tomo su rostro entre las manos, mirándolo al los ojos. Las palabras no eran suficientes. Gerard tomo el borde de su camiseta, tirando de ella hacia arriba para quitarla y dejarla caer al suelo, bajando una hilera de besos por su pecho, respirando sobre su piel, tocando con desesperación todos esos lugares que añoraba...
Afuera, las luces radiantes encandilaban a toda la ciudad.
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Crash Into My Arms {Frerard}
FanfictionGerard está perdidamente enamorado de Frank. [♡Portada por mi hermosa niña @mychemicalverga♡]