Episodio 1: El inicio

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Parecía que todo había cambiado. El aire, los edificios, el cielo, las calles... todo me era tan familiar y a la vez tan diferente. Hace años que no pisaba el centro de ciudad capital, pero ahora estoy de regreso, y listo para emprender mi nuevo comienzo.

Conozco cada callejón como la palma de mi mano, es fácil andar en mi patineta por los sectores que conozco al pie de la letra. Paso por el parque para ver si alguno de mis amigos anda por allí pasando el rato. Me llena de emoción poder divisar a mi mejor amigo desde la infancia, Frank. No es necesario hacerle una seña, ese bribón puede estar a cientos de metros y aún así reconocerme.

- ¡No puede ser, es James! – Grita desde el otro lado del parque.

- ¿Y quién más sería viejo? – Bromeo mientras me acerco para darle un fuerte abrazo.

- ¡Aún estoy sin creerlo amigo, me da gusto verte de nuevo! – Me exclama emocionado.

- Así es – Le respondo – Es bueno volver.

Algunos conocidos alrededor notan que estoy ahí, pero me ignoran por ciertos prejuicios. Finalmente uno se le acerca a Frank, diciéndole:

- Veo que estás ocupado ahora hermano. Nos vemos después... Y es un gusto volver a verte "ex convicto".

- Jajaja, igualmente – Le respondo entre dientes.  

¡Qué idiota soy! Debí haberle roto la cara a ese infeliz. Al parecer Frank nota mi enfado y decide calmarme: 

- Déjalo James, es un imbécil. Mejor cuéntame cómo estás.

- Pues bien... Pero no hablemos de mí Frank. Cuéntame que has hecho tú desde que partí.

- Pues no mucho. Aún sigo en mi trabajo. La idea es ahorrar algo de dinero y después de eso... ¡Universidad! Y tú ¿Te divertiste?

- ¿Divertirme? ¿Estás bromeando? Te recuerdo que estuve en servicio comunitario viejo, no hay nada de divertido en ese lugar.

- Jajaja, tienes razón, solo bromeaba James. 

Debo admitir que me disgusta un poco el humor de Frank en lo que concierne a este tema. Pero intento no hacer caso de ello, lo más probable es que ande cansado por el viaje. Lo más sano es cambiar de página y seguir con la conversación:

- El punto es que cumplí. Y estoy con todas las energías para superarme. Probar de lo que realmente estoy hecho. 

Frank se alegra bastante por mi determinación.

- ¡Esa es la actitud compadre! – Me exclama emocionado – Y precisamente hablando del tema, en la empresa donde trabajo quedan cupos vacantes. Si quieres puedo llamar a mi jefe para que...

- ¡No Frank! Por favor, no hagas eso...

Frank se queda sorprendido unos segundos. No esperaba que lo interrumpiera, y menos cuando me estaba ofreciendo de buena fe, la posibilidad de obtener un empleo. Pero estaba resuelto a seguir con mis ideas sin obstáculos. 

- Siento que siempre he conseguido las cosas porque otros las obtienen por mí – Le digo - Pero quiero cambiar eso desde hoy. Lo único que quiero ahora es conseguir algo por mi cuenta, sin ayuda. Quiero alcanzar esto por mí mismo... Espero que me entiendas amigo.

- Pues lamento decirte que discrepo contigo – Me responde Frank – Tienes que tomar estas oportunidades inmediatamente cuando se te presenten compadre. Y más ahora, teniendo en cuenta las circunstancias en las que estás.

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