- ¿No pretenderás que vaya allá a luchar contra un par de monstruos asesinos, verdad? – Le pregunto a Lhym mientras nos dirigimos por un estrecho pasillo hasta la mencionada "Sala de simulaciones".
- Claro que no, pero debemos ser precavidos – Me dice Lhym en total tranquilidad.
- Entonces no veo el motivo de equiparme con implementos y esas cosas – Indico en lo que procuro seguirle el paso acelerado.
- James, algo que todo escuadrón Andrómeda debe tener en claro es que debemos estar preparados para todo tipo de situación. Preparados hasta del más mínimo evento, aunque creas que no pasará. Esa es la clave del éxito.
- Eso tiene sentido – Respondo luego de unos segundos de reflexión – Pero simplemente soy un elemento de apoyo, eso no me hace parte oficial de este escuadrón...
- ¡Muy bien, es aquí! – Anuncia Lhym.
Ante nosotros tenemos una gran compuerta con esclusa, parecida a la de los submarinos de guerra. Esta se abre automáticamente, dejándonos ver la sala de simulaciones. Ciertamente mis expresiones de asombro se hacen más difíciles de borrar cuando descubro un nuevo rincón de esta enorme nave. Estoy en presencia de una muy extensa sala parecida a una bodega. En el techo hay colgados varios transbordadores y naves de todo tipo, con un aire muy parecido al Smithsoniano de la sección aire y espacio. De pronto me asombro al ver un pilar de cristal ascendiendo dramáticamente sobre el suelo, y en su interior portaba una especie de traje hecho con spandex color oscuro. Un modelo parecido al atuendo de Lhym, solo que sin tantos accesorios y menos aparatosos.
- Este será tu traje de combate – Me señala Lhym.
- Se ve cool – Reconozco.
En realidad, el diseño me gustaba. Lejos de lucir como un afeminado en mallas como los que salen en las historietas, este traje es más cercano a un mercenario comando... Bueno, esa es la palabra e idea que se me viene a la cabeza.
- El traje está equipado con un sistema que mantiene tu cuerpo a temperatura normal – Me explica Lhym – También tiene un sistema de rastreo y en la parte del pecho un transmisor que comunica a distancias extensas, y también funciona como un grabador de audio estándar. El botón en el cinturón activa la luz para ver en la oscuridad...
- Olvidas que al activar mi energía produzco luz azul Lhym.
- Lo sé, pero es el traje prototipo – Se excusa – Los zapatos poseen en su planta un campo magnético para adhesión perpetua. Y en cuanto a accesorios, el traje tiene aparte un respirador.
Lhym señala una especie de mascarilla mecanizada color gris.
- ¿Esa especie de mordaza me hará ver como Hannibal Lecter – Le digo entre risas.
- Esa "mordaza" será tu respirador artificial James. En orión no hay oxigeno, y tú eres el único aquí que no puedes vivir sin aire de tu atmosfera.
- ¡Ya lo sé, no me lo recuerdes! – Exclamo en vista de nunca poder ganarle una discusión.
- Además del respirador, los zapatos poseen en su planta un campo magnético para adhesión perpetua.
- ¿Y esa cosa de qué sirve? – Pregunto.
- Lo averiguarás una vez que pruebes tu traje. Sácalo de la capsula y dirígete al costado derecho, allí está un pequeño compartimento para que te cambies de indumentaria. Una vez que finalices, ven conmigo al fondo de la sala, y te daré más instrucciones, ¿Bien?
- Está bien – Respondo, extrañado por la repentina voz de general que Lhym a veces saca.
Siguiendo las especificaciones, me dirijo al lugar para cambiar de vestuario. ¿Zapatos magnéticos? ¿Quiere hacerme un jodido imán de refrigerador? Algo me dice que las sorpresas aún no acaban... Luego recuerdo que el mismo Lhym es una caja de sorpresas.
Mientras me cambio, sigue resonando en mí la misma pregunta: "James, ¿En qué rayos te estás metiendo?".
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ANDRÓMEDA
Science FictionJames es un joven con un difícil pasado, quien busca iniciar de nuevo. Pero todo parece indicar que sus oportunidades van en descenso. Sin embargo un acontecimiento increíble se convierte, accidentalmente, en la ocasión para demostrar su valor, sin...