Es difícil saber en "qué día estoy" o "qué hora es" cuando estoy en el espacio. Gracias a Dios que cuento con Lhym para que me oriente en ese aspecto. Gracias a él puedo saber que ya llevo más de Cinco días a bordo del Vigilans. En estas más de Ciento Veinte horas que llevo fuera de órbita, he podido procesar mejor todo lo que ha pasado en estos últimos días. Ya me acostumbro al ambiente y oxigenación en algunos sectores de la nave. Aunque al decir verdad, he pasado casi recluido en el sector de investigaciones de Lhym, buscando la forma de extraer los poderes que yacen en mí. Cada Veinticuatro horas me suministra una inyección de Protonium para controlar la exposición, lo que me permite indagar un poco mis poderes.
Bletzeider y Evenix siguen manteniendo distancia conmigo. Solo los veo de reojo cuando cruzan de un pasillo a otro, o cuando van dirigiéndose al hangar para embarcarse en alguna misión. Su miramiento en menos me encabrona bastante, pero al menos cuento con la calidez de Lhym, y la simpatía de Turock... Aunque a ese gigantón también lo veo poco.
Pero no me quejo, también hay puntos bastante buenos. Lhym y sus Droides se empeñaron en instalar una mini habitación en un rincón de la zona investigativa. Intentaron darle todo el toque "terrestre" posible para hacerme un lugar digno de descanso y privacidad. La habitación cuenta con una cama, escritorio, una especie de mini computadora con información acerca de los escuadrones Andrómeda y las investigaciones de Lhym con mis poderes, un baño pequeño con tina y bueno, eso sería todo. No es tan grande como mi ex alcoba allá en la Tierra, pero se agradece el esfuerzo. Como decía, no me quejo, es un lugar bastante cómodo y practico. Recibo comida Tres veces al día, incluso me han dotado la habitación con golosinas y gaseosas... ¡Hasta un reproductor de música con buscador en línea! Perfectamente podría vivir aquí... Pero sé que mi estadía es temporal.
Eso sí, he tenido que acostumbrarme a la alarma de aviso que Trop emite en cada maldito rincón de la nave. Es un sonido ensordecedor que volvería loco a cualquiera. Puedo estar en un plácido sueño y ¡PAM! La alarma suena haciendo que salte de la cama. Aquí los tipos son como bomberos. En cuanto la campana suena, dejan lo que hacen (Incluyendo dormir) para acudir al llamado y apagar el incendio. Puede haber docenas de misiones por día, y en otro simplemente alguno contado con los dedos, y en algunos días simplemente no hay misiones. En una oportunidad Turock me comentó que las misiones tienen su magnitud de prioridad, como las escalas que miden la magnitud de los terremotos. La misión de categoría máxima son aquellas emergencias en donde un determinado planeta o galaxia están en peligro de ser aniquilados. Los orígenes pueden ser desde una invasión de carácter hostil, hasta enemigos con el poder suficiente para realizar incursiones mortales. Los dichos de Turock me dejaron con una mala sensación. Pregunté si mi planeta ha sufrido algún grado de peligro así, de estar al borde de la destrucción. Para mi asombro, Turock confesó que sí, hace muchas décadas atrás, cuando este sistema solar estaba asignado a un escuadrón con diferentes integrantes, exceptuando a Bletzeider, quien participó en la batalla para defender a Astral 77. Desde ese punto en adelante comencé a tener un respeto por lo que Andrómeda hace. "Nosotros llevando nuestras vidas ordinarias con tanta normalidad, mientras que allá en el espacio, un grupo de seres extraterrestres combatían para impedir la destrucción de nuestro mundo", pensaba.
Lhym cumple todo el deber que un capitán debe hacer. Aún entre sus múltiples gestiones, siempre se da el tiempo de ir a la zona de investigaciones y analizarme, darme suministros de Protonium y seguir examinando, mientras que juntos vamos aprendiendo sobre mis poderes, y las distintas aplicaciones que se les puede dar. Por ejemplo, ayer Lhym descubrió que así como puedo absorber energía de cualquier circuito o pieza tecnológica, también puedo dotar de energía ilimitada a estos circuitos, impulsando el funcionamiento de mecanismos que antes estaban descompuestos, en teoría. Tanto Lhym como yo estamos fascinados con lo que esta luz en mí puede realizar. No obstante, siento que nos estamos desviando del verdadero motivo por el cual me aventuré en el espacio. A la vez, siento que indagar demasiado en mis poderes hace que aparte de mis pensamientos la idea de deshacerme de estos dones, y el hecho de que ahora pueda controlar la exposición que me consumía, hace que esa idea se vaya haciendo más palpable.
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ANDRÓMEDA
Science FictionJames es un joven con un difícil pasado, quien busca iniciar de nuevo. Pero todo parece indicar que sus oportunidades van en descenso. Sin embargo un acontecimiento increíble se convierte, accidentalmente, en la ocasión para demostrar su valor, sin...