Episodio 29: Disparo directo

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Khal se incorpora la armadura. Con torso y brazos armados, muestra estar listo para la pelea. Me alegra que muestre esa actitud, ya que hace que me llene de confianza. Por otro lado, yo alisto a JP más un bolso dotado en bombas de sonido.

-	Muy bien Khal, repitamos el plan – Sugiero para calmar los nervios

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- Muy bien Khal, repitamos el plan – Sugiero para calmar los nervios.

- De acuerdo – Me responde mostrando un plano hecho a mano – Nosotros estamos en este rincón de la prisión, el ala inferior izquierdo. Ahora debemos ingresar por ese conducto, y caminaremos en línea recta hasta llegar a la zona de Androides.

- Allí es donde daremos paso a la acción – Aporto.

- En efecto. Lanzarás la primera bomba de sonido, eso nos dará tiempo para destruir todo lo que se interponga. La idea es atravesar esa zona para llegar a la cabina de naves.

- Comprendo. Luego tomamos una de las naves y nos largamos de esta porquería.

- Exactamente.

- Suena tan sencillo... Claramente viéndolo desde afuera.

- Pero no lo es. El área de androides está atestado de guardias, ir directamente es prácticamente un suicidio.

- Te lo dije hace unas horas atrás y te lo vuelvo a decir ahora Khal. Si he de morir, que sea peleando por la libertad.

Puedo sentir el compromiso de luchar por una causa tan noble como necesaria. A diferencia de antes, no dejo que el miedo me consuma de tal forma que limite mi perspectiva. Aunque es cierto que el temor me embarga, no es lo suficientemente fuerte para hacerme retroceder en esta lucha. Si llego a perder la vida, será como el James que en ciudad capital conocieron, no como un jodido cobarde llorón.

- Supongo que es hora humano – Me señala Khal – Es el tiempo optimo. En estos momentos gran parte de los guardias se han diseminado por diferentes puntos de Orión con motivo de tu búsqueda. Si avanzamos ahora, tenemos altas probabilidades de que la misión sea exitosa.

- Entonces avancemos – Concluyo, dando inicio a nuestro último trayecto.

Avanzamos por un conducto que nos llevará a la zona de Androides. Khal enciende una enorme linterna ensamblado al antebrazo de su armadura, proporcionándonos la luz necesaria para caminar sin tropiezos. El agua en este conducto me llega a los tobillos. Es como pasear por el alcantarillado. El único ruido es el de nuestros pasos y el constante chapoteo. De un momento a otro, el ambiente se torna tenso.

- Dime humano – Me habla Khal - ¿Cómo es tu planeta?

- Pues, como todo planeta... supongo – Respondo después de largos segundos de silencio – Ya sabes, las calles, los autos, los callejones, altos edificios, grandes industrias. Está llena de ciudades grandes.

- Pues suena como un gran mundo frío – Me señala Khal.

- Jajaja, nada de eso. No es tan así.

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