La prisión de Orión, un lugar con una reputación tan asquerosa como sus cientos y cientos de prisioneros. Los guardias que tienen encargada la total vigilancia en las instalaciones, solo tienen como orden matar a todo aquel que se atreva a escapar de aquí. Sin embargo, lo que hagan dentro es algo que no les compete en lo absoluto. En esta oportunidad, Lhym, Evenix y yo hemos llegado a la zona de celdas, en el peor momento. Nos hallamos en medio de una manada de criminales intergalácticos, de todas las formas y tamaños. Tienen apariencias espantosas, como sacadas de las pesadillas más horribles. Algunos rostros me sobrecogen de terror, y hay miradas tan perturbadoras en aquellos prisioneros que motivan a desviar los ojos al suelo... hallando tranquilidad visual. La verdad, estoy con mucho miedo, a tal nivel de hallar el incesante refugio bajo las sombras de Lhym y Evenix. Nunca, jamás había sentido este tipo de sensación.
- Estamos en su hora de "recreo" – Nos dice Evenix.
- ¿Qué quieren decir con eso? – Pregunto asustado - ¿En qué momento todos estos monstruos vuelven a sus celdas Lhym?
- Dentro de breves minutos, pero es mejor, de lo contrario seríamos descubiertos. Esto hará más difícil encontrarlo, pero Cyber debe estar entre toda esta escoria. Según indica su catalizador del alma, sigue aquí, pero la interferencia satelital no me deja tener su ubicación especifica. Debemos atravesar toda esta área hasta dar con él.
- ¿No puedes usar algo para comunicarte con él?
- Es una prisión James, aquí no hay comunicación, por eso los escudos satelitales – Susurra Evenix.
¡Era obvio que no todo iba a salir tan fácil! Y además, Es obvio que en las prisiones no hay comunicaciones, al menos no abiertamente... Yo y mis preguntas estúpidas. Ahora tendremos que pasar entre todas estas criaturas para poder encontrar a Cyber.
Es digno de repetir que los prisioneros en Orión son de un aspecto que jamás en mi vida olvidaré. Era como estar en una casa del terror, atestado de seres con apariencia escalofriante. Algunos eran humanoides, y otros eran tan grandes como Turock. De ojos saltones, excesivas cicatrices, garras y colmillos amenazantes, colas y tentáculos, espinas y escamas... Estos criminales extraterrestres se paseaban por el perímetro permitido, estresados por el mismo encierro. Como si en su interior guardaran una furia violenta y sanguinaria.
- Bien James, no te separes de Lhym ni de mí, tendremos que recorrer este lugar si queremos dar con Cyber.
- De acuerdo – Le contesto sin apartar la capucha de mi rostro.
Lhym avanza por la zona de celdas, abriéndose paso entre los criminales que obstaculizan el paso. Evenix y yo nos quedamos tras él, mezclándonos entre esta horda de asesinos, no separándonos por ningún motivo. Evenix me dice al oído:
- James, necesito que mantengas los ojos bien abiertos y nos avises si ves algo.
- Está bien – Murmullo intentando sumergir mi miedo.
Mientras caminamos entre la concurrida zona, empezamos a mirar alrededor, a ver si logramos identificar a Cyber, más sin apartarnos los Tres. Yo no veo nada salvo monstruos caminando sin sentido aparente. Otros recostados en el suelo, como si fueran basura o anduvieran ebrios. Por más que me esmero, no logro enfocar toda mi atención en la búsqueda, ya que el temor de ser descubierto es demasiado grande, y lo que menos quiero es terminar mi vida en este basurero estelar. De pronto, un estruendo me saca de estabilización:
- ¡Qué diablos fue eso! – Exclamo agitado.
- Debe ser una riña entre criminales – Deduce Lhym - Ignoren lo que pasa, no miren la riña. Debemos seguir caminando y centrarnos en la búsqueda.
ESTÁS LEYENDO
ANDRÓMEDA
Science FictionJames es un joven con un difícil pasado, quien busca iniciar de nuevo. Pero todo parece indicar que sus oportunidades van en descenso. Sin embargo un acontecimiento increíble se convierte, accidentalmente, en la ocasión para demostrar su valor, sin...