¿Esto no es el cielo, verdad?
Abro mis ojos, y observo una luz blanca e intensa. ¿Ya estoy muerto?
¡Un segundo! Esta escena se me hace muy familiar. Me sacudo violentamente y me siento de sopetón. Estoy en una cama de acero, y a mí alrededor hay todo tipo de maquinaria con cables parchándose en mis brazos y tórax Los artefactos diagnostican mi ritmo cardiaco, mi condición física, etc.
Finalmente reconozco el sitio en donde me encuentro... ¡Estoy dentro de una cámara de análisis! Y si estoy en el interior de esta cosa... ¡¿Significa que estoy en el Vigilans?!
Me pongo de pie y merodeo el sitio. Mi cabeza me duele, y comienzo a recordar poco a poco lo que viví antes de perder la conciencia. Orión, intentaba escapar de Orión con... con Khal. Mi corazón se llena de tristeza, perdiéndome en su recuerdo. "Ay viejo, espero que hayas completado tu redención", hablaba en susurro, esperando a que Khal me oyera desde algún lugar.
Fue una dura batalla por la libertad, y estaba a punto de morir. Recordé que estaba muy malherido. Me palmoteo y descubro que mis heridas se han sanado. Los hematomas desaparecieron, mi brazo está sano, al igual que mi tobillo, cintura y las costillas. Mi rostro también luce mejor, sin los rasguños y moretones proporcionados por los guardias. No obstante, La falta de oxigeno en mi respirador causó mi pérdida de conciencia... ¿Entonces cómo llegué aquí?
Veo la compuerta de acceso en la cámara de análisis, por lo que decido salir de aquí. Una vez fuera, contemplo nuevamente el enrome ventanal, con el planeta Tierra de fondo. Y a un costado se halla Lhym sentado, observando el mismo esplendoroso paisaje. Al parecer me espera, ya que sin quitar su mirada de Astral 77, me confiesa:
- La primera vez que te llevé a una cámara de análisis, fue cuando te saqué de tu planeta para llevarte a bordo del Vigilans, nuestra base de operaciones. Creí que el brusco cambio de atmosfera había generado algo maligno en tu salud biológica, por lo que dejé que recuperaras la conciencia dentro de esa cámara, para corroborar que tus signos vitales estuvieran estables. Cuando despertaste confundido, asustado, y violento... Pues dejé que contemplaras este mismo paisaje.
- Si, lo recuerdo – Respondo – El espacio exterior, estar fuera de órbita... Una experiencia fuera de serie. Quizás unas de las cosas que jamás olvidaré.
- Te quedaste quieto, anonadado. Sabía que el hecho de ver esto ayudaría a que te tranquilizaras, y me daría la oportunidad de explicarte todo desde un principio.
- Así es... Si más no recuerdo vine hasta aquí engañado Lhym.
- No veo el engaño, te di la oportunidad de algo nuevo.
- Jajaja, y eso es cierto. Quiero decir, esto – Señalando el espacio exterior – Esta nave, tus amigos, otros mundos, otras criaturas... No tengo palabras para explicar y resumir todo lo que he vivido. Aunque estuve expuesto a la muerte en varias ocasiones.
- Y me siento responsable. Por ello te pido disculpas James.
- Escaparon sin mí – Agrego a la conversación, pasando de una sonrisa a seriedad absoluta.
- Cuando escapamos por esa vía de evacuación en Orión, y tú nos seguías con el planeador... Tenía la esperanza de que nos alcanzarías, y que te unirías al escape. Todo sucedió en cosa de segundos. Ni siquiera tuve tiempo de pensar, de tomar una decisión. Agoté todos mis recursos en depositar la fe en que escaparíamos, pero no fue así – A Lhym se le hace un nudo en la garganta – Salimos de Orión con una nave destruida y sin ti. Quería volver y como sea sacarte de allí James. No importó cuánto me esmeré por hacerlos comprender, de poner mi autoridad por encima de ellos, de discrepar con ellos, de pelear contra ellos... simplemente no podía hacerlos entender. Pero luego logré darme cuenta de que todos ellos estaban actuando como yo debería haber actuado.
ESTÁS LEYENDO
ANDRÓMEDA
Science FictionJames es un joven con un difícil pasado, quien busca iniciar de nuevo. Pero todo parece indicar que sus oportunidades van en descenso. Sin embargo un acontecimiento increíble se convierte, accidentalmente, en la ocasión para demostrar su valor, sin...