Después de la comida, Lhym me invita a conocer la base de operaciones del Vigilans. Acepto encantado.
Usando su muñequera aparatosa, Lhym abre otra compuerta que nos conduce a un largo pasillo platinado. Mientras caminamos hacia el lugar ya mencionado, decido preguntarle:
- Oye Lhym, ¿Y dónde está el resto?
- ¿Te refieres a mis compañeros? Los conocerás pronto. Hoy no ha habido mucha actividad en misiones, así que todos están aquí.
¿De manera que conoceré a los otros integrantes del escuadrón? Admito que eso me pone expectante. Mi serie de interrogantes continúa:
- ¿Y cuántos de ustedes hay aquí?
- De momento somos Cuatro, incluyéndome.
- ¿En serio? ¡Vaya! imaginé que eran un grupo más grande.
- Las cifras van variando. Algunos compañeros son transferidos a otros escuadrones en galaxias más lejanas. Y en ocasiones algunos miembros de galaxias distantes son transferidos a esta base. Pero eso depende de la necesidad de cada escuadrón, y de la última palabra que emita el alto consejo de Andrómeda. Ellos son los encargados de administrar a los escuadrones, que vean el buen comportamiento y que cada uno esté cumpliendo los procedimientos al pie de la letra.
- ¿Cada uno? – Vuelvo a preguntar – ¿Y cómo hacen eso si hay cientos y cientos de escuadrones dispersos en la galaxia?
- Gracias a nosotros, los capitanes. Nosotros monitoreamos todo lo que pasa, que cada miembro esté llevando a cabo su asignación con eficiencia. Cada detalle de lo que pasa en esta nave es informada al consejo. Hacemos esas bitácoras todos los días, mientras sigamos sirviendo en esta labor.
Cada detalle que Lhym me da, es el detonante para despertar aún más mi curiosidad acerca de este nuevo mundo que se abre frente a mí.
- Y Lhym, ¿Cómo lo hacen para mantener limpia esta nave? Es enorme para que la mantengan solo Cuatro.
Okey, creo que mi pregunta fue tonta. Pero, ¡Tengo curiosidad hasta del más ínfimo aspecto! A Lhym no parece importarle que lo bombardee de preguntas. Tranquilamente me contesta:
- Para eso tenemos Droides.
- ¿Droides? – Le digo confundido.
- Droides, mecanismos que nos ayudan con las funciones de mantenimiento en el Vigilans. Ellos se encargan de mantener el aseo, hacer reparaciones, controlar el estado de la nave y cada uno de sus sectores, monitorear las averías, gestionar el despegue y aterrizaje de las naves en misión, velar por la salud de cada miembro, administrar y arreglar los sensores y satélites... Los androides se encargan prácticamente de mantener todo el mantenimiento aquí. Ahora no los has visto, pero en la medida que vayas conociendo cada vez más la nave, verás a cientos de ellos recorriendo los sectores y pasillos. Obviamente también vigilo que los Androides cumplan sus asignaciones, pero en sí la que se encarga de coordinarlos y notificarme todo de todo es Trop.
- ¿Trop, No es tú mayordomo extraterrestre?
- Así es. Trop es la mega computadora central de este cuartel, Trop nos avisa de cualquier peligro o misión a realizar gracias a los censores instalados en la galaxia. Evalúa los niveles de peligrosidad para priorizar los procedimientos. Trop técnicamente es el cerebro artificial del Vigilans.
Mi cabeza se hunde en un espiral de maravillas. Tanta información y tantos datos sobre esto... Solo me hacen decir:
- ¡Santo cielo Lhym! Esto es tan... loco.
- Es normal James. Vives en un mundo cuya raza aún es muy joven, y va aprendiendo sobre la marcha. Ustedes aún niegan la existencia de muchas cosas, y aún ponen en tela de juicio si realmente hay vida más allá de su planeta.
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ANDRÓMEDA
Science FictionJames es un joven con un difícil pasado, quien busca iniciar de nuevo. Pero todo parece indicar que sus oportunidades van en descenso. Sin embargo un acontecimiento increíble se convierte, accidentalmente, en la ocasión para demostrar su valor, sin...