Luego de comentar toda mi emoción contenida a Lhym, descansamos en uno de los asientos, por primera vez orgulloso de maniobrar de manera tan grandiosa a JP. Ya no quedaba casi nada para que el cronometro llegara a Cero, y nos dirigiéramos al hangar de despegue para iniciar la travesía a Orión. El nerviosismo nuevamente se apodera de mí, pero independiente de que se tratara de una prueba o una distracción, la experiencia con el "Skate espacial" me relajó un poco.
- Esto parece un museo – Le digo confianzudo.
- Solo es una sala de simulaciones. Aquí se solía experimentar con transportes prototipos. Si se aprobaban, se construían en masas para misiones de rescate o exploración. Pero con el tiempo los integrantes actuales de este escuadrón ya tenían la experiencia suficiente en el manejo de las naves, por lo que este sector ha quedado como un enorme desván de proyectos que ya no se usan.
- Ya veo – Agrego – Y dime Lhym, Además de mi alcoba de astronauta, ¿Cómo hiciste a JP en menos de una semana? ¿Eres también una especie de científico loco?
- Jajaja, no. Yo y mis Droides estuvimos creando un prototipo de transporte para ti. Creímos que, si el plan entraba en vigor, sería indispensable que tuvieras algo que te permitiera desplazarte a gran velocidad. Como te gusta el Skate, pensé en adaptarlo de esa forma...
- Espera – Lo interrumpo mientras me levanto – ¿Entonces llevas planeando usarme en esta misión desde mucho antes de decirle al equipo?
- Para ser sincero, desde que controlaste la energía de la cámara de análisis el primer día, desde que descubrimos que podías controlar fuentes de energía en circuitos de alta tecnología, supe que la misión clandestina era una realidad nuevamente.
- Entonces, ¿La pelea con Turock hace rato fue una prueba para convencer al resto de que era indispensable para esa misión, o algo así?
- Esa sería la versión resumida – Responde Lhym con sonrisa nerviosa.
- ¡Maldición Lhym, eso es usarme! Es decir, ¿Estabas tan convencido de que aceptaría de antemano que creaste todos estos implementos?
- Supongo que ya confío en ti – Confiesa Lhym entre risas.
- ¡diablos, eres un jodido demente! En serio, debería darte una medalla por ser tan seguro de ti mismo. Estaría molesto de no ser por esta maravilla flotante – Refiriéndome a JP – Así que te la perdonaré por esta vez.
- Okey, okey. Prometo ser menos hermético para la próxima, y más inseguro de mí mismo si eso quieres – Bromea.
- No lo entiendo, ¿Sabes? – Ahora entablo un tono de voz más serio - ¿De verdad, cómo puedes bromear y estar tan sereno en una situación así? Es decir, en menos de dos horas realizaremos una peligrosa misión, ¿No estás atemorizado? ¿No has pensado que quizás ese tal Cyber ya esté...?
- No, no lo está – Responde Lhym antes de acabar mi oración.
- ¿Cómo puedes estar tan malditamente seguro de eso hombre?
Después de un breve silencio, Lhym también se levanta de su asiento:
- Voy a enseñarte esto.
A continuación, Lhym usa su muñequera digital (Que a estas alturas ya parece su juguete con el que controla toda esta nave), y enciende un proyector en el ventanal apostado frente a mí, dejando ver Cinco símbolos (Los símbolos de Andrómeda). Cada símbolo tenía una parpadeante luz roja en su núcleo.
- Estos simbolismos representan a cada uno de los integrantes de este escuadrón. Cuando somos nombrados miembros de la institución, se nos instalan en nuestros trajes un catalizador del alma.
- ¿Catalizador del alma?
- Es un mecanismo parecido a un brazalete, anillo, o el accesorio que calce según la cultura de un mundo, y sirve para indicar si estás vivo o muerto. Mientras esas luces parpadeen, significa que mis integrantes siguen con vida, y si parpadean débilmente, es señal de que están en peligros o con poca energía vital. Si han perdido la vida, la luz en el símbolo desaparece. Cada capitán tiene en su monitor estos simbolismos. También sirven para saber la ubicación actual de los miembros del escuadrón a quien tienes a cargo – Me señala uno de esos símbolos – Este es el catalizador del alma en Cyber. Como puedes observar, su luz parpadea, sinónimo de que sigue con vida. También tenemos su ubicación, actualmente en la prisión de Orión, ubicado en el cuadrante delta de Jhenos X. De esa manera, y sin importar que tan lejos estés, puedo rastrear la ubicación de mi equipo y saber quién está vivo o muerto.
- Pero... ¿Y si ese tal dispositivo fue arrancado de él o...?
- Sería inútil James. A diferencia de otros, a Cyber se le fue implantado su catalizador en el interior de su cerebro.
- ¡¿Qué?! – Exclamo con repulsión – Eso debe ser doloroso, ¿Por qué le hicieron eso?
- Cyber pidió voluntariamente que fuera instalado de ese modo – Contesta Lhym.
Ese Cyber es una jodida bestia. ¿Cómo alguien como él pudo terminar enlistándose en Andrómeda? Bueno, supongo que de ser ese el caso, no se me haga difícil también enlistarme... Como sea, de todos modos pertenecer a un escuadrón conformado por extraterrestres no está en mis planes de vida para el futuro... Y de hecho sería imposible encajar fuera de órbita con estos fenómenos. Me pregunto qué pasará cuando todo esto termine. ¿Qué será de mi futuro una vez que toda esta misión llegue a su fin? ¿Seguiré buscando alguna oportunidad de surgir en mi planeta? ¿Iniciar una nueva vida allí? La verdad es que mis planes para el futuro son inciertos, incluso extintos...
¡De pronto la alarma de emergencia suena en cada rincón del Vigilans! ¡Es la señal de emprender vuelo hacia la misión, mi primera misión! No puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido. El nerviosismo me consume rápidamente, pero Lhym intenta tranquilizarme:
- Bien James, no tienes que estar agitado. Solo guarda la calma y ve esto como una aventura. Piénsalo, eres el primer humano en hacer un viaje interestelar, ¿Lo has visto de ese modo?
- No – Respondo en voz baja. Y realmente tiene razón.
- ¿Ves? Ahora piénsalo de esa manera. Además, no estás solo.
Apartándose de mí, Lhym se dirige a Trop desde el comunicador:
- Trop, transfiere el permiso al procesador de la nave ahora. Nos dirigimos al hangar de despegue. Y Bletzeider, ¿Están todos en el hangar?
- Afirmativo Lhym. Solo faltan ustedes dos.
- Vamos cuanto antes, transmisión fuera.
Inhalo y exhalo profundamente. Esto definitivamente marcará un antes y un después en mi existencia. Esto representa mucho para mí, y siento el peso de esta misión. No obstante, Lhym tiene razón. Esta travesía será altamente épica, y podré ser testigo de un viaje que, a la larga, todo humano querría experimentar.
- Ahora puedes posicionar a JP en tu espalda.
- ¿En serio? – Pregunto haciendo caso de su instrucción.
Sorprendentemente JP se adhiere magnéticamente a mi espalda. Se debe a que tras de mí hay una especie de mochila mecanizada que actúa, al igual que los zapatos, como dispositivo de adhesión perpetua. De esa forma, mantengo la tabla tras de mí, haciendo más cómoda transportarla.
- ¿Listo James?
- Listo – Contesto camuflando mi inseguridad.
- Bien, llegó la hora. La operación escape... ¡Inicia!
ESTÁS LEYENDO
ANDRÓMEDA
Science FictionJames es un joven con un difícil pasado, quien busca iniciar de nuevo. Pero todo parece indicar que sus oportunidades van en descenso. Sin embargo un acontecimiento increíble se convierte, accidentalmente, en la ocasión para demostrar su valor, sin...