Episodio 12: Las traiciones

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Camino por las calles de ciudad capital en una fría noche. Hoy como nunca veo las luces urbanas más resplandecientes, tanto en edificios como en los vehículos que congestionan los caminos. Voy con rumbo al departamento de Frank, con la intención de saber cómo está, y porqué no me ha llamado, sabiendo que la última vez que me vio fue cuando me dirigía a la boca del lobo.

Las preguntas circulan en mi mente con más intensidad que cuando hablé con Lhym en ese parque, hace minutos atrás. Repaso cada palabra que me dijo, cada argumento que me expuso, y cada advertencia que señaló.

Me siento mucho mejor físicamente. Veo que este poder no solo se emplea para la lucha y defensa personal, sino que también actúa como un regenerador de heridas, ¡Incluso las lesiones graves como las fracturas se han curado en un tiempo sorprendente! Francamente, estas nuevas habilidades son increíbles. Pero por otro lado, son un peligro que, según Lhym, podrían poner a la población en peligro. Por más que quiera negarlo, estoy expuesto a esta energía. Si sigo usando mis poderes, acorto el tiempo que me queda y la exposición avanzará más rápido. Y si no las uso, solo estoy prolongando el tiempo de contención. Eso significa que tarde o temprano toda esta energía estallará en mí ser, matándome y eliminando a casi todo el mundo... ¡No puedo creer que esté diciendo esto! Suena tan descabellado, pero considerando todo lo que me ha pasado... bueno, la idea de una destrucción global ya no viene siendo un tema de ficción.

Esta noche vi toda mi vida pasar frente a mí. Estuve a punto de ser brutalmente aniquilado por los jinetes. Si no hubiese sido por Lhym, quien los doblegó y me salvó del suceso, quizás habría muerto. Comienzo a dudar de haberlo dejado ir, pero a la vez tengo mis dudas. No estoy del todo seguro al confiar en él, pero algo me induce a que debo hacerlo. No solo me salvó, sino que me dejó ir, esperando a que tome una decisión. Dice ser un agente, y por lo que me decía, tiene conocimiento de lo que me pasa y respuestas a todas mis inquietudes. Pero si dice ser un agente, ¿Por qué no simplemente me lleva cautivo? Después de todo, el me mostró que corro peligro y el resto de la humanidad también, ¿No es razón suficiente para tomarme por las malas? Pero no lo hizo. No solo tiene un temple calmado, sino que demuestra convicción al hablar. En fin, tengo su tarjeta de contacto por si llego a cambiar de opinión.

Además, lo que me dijo bajo el puente también llama poderosamente mi atención. Sumando el hecho de que me dará respuesta a todas mis interrogantes, también me habló de un nuevo comienzo, una nueva oportunidad, con la única condición de venir con él... ¡Y es ahí en donde entra mi desconfianza! Es decir, hablamos de (Y sigo insistiendo) un supuesto agente. No solo está entrenado para pelear como los grandes, sino que también puede jugar con tu psicología. Quizás quiso tomarme por el lado emocional, y así persuadirme con facilidad. ¿Y si me lleva a alguna especie de base secreta, dónde me torturen y experimenten conmigo? No, tendría que estar en una situación muy alarmante para acceder ciegamente a su "cordial invitación".

Con todo, tengo la certeza de que él maneja información que debo saber. Por ejemplo, mencionó que este poder no es de este mundo ¿Habló literalmente? ¿Será que me estoy involucrando con fuerzas desconocidas? ¡Diablos, me duele la cabeza! Necesito una buena taza de café en estos momentos. No me caben dudas, debo volver a ver a este sujeto, necesito respuestas. Pero me niego a aceptar sus términos... Como sea, en otra ocasión me concentraré en ello.

Ya estoy por doblar la esquina, y me sorprende ver luces de todos los colores iluminar la ventana en el departamento de Frank, ¿A caso se trata de una fiesta? Me acerco a la entrada del edificio y veo más de cerca el octavo piso... definitivamente el vibrar de la música proviene de su departamento, ¡¿Realmente ha organizado una fiesta?!

Subo las escaleras para llegar al piso de Frank. Una vez en el piso Ocho, me voy por los pasillos en dirección a la puerta de su departamento. Al golpear, me doy cuenta de que ésta se halla medio abierta. Ingreso, ¡Había un movido y desenfrenado jolgorio! Tipos que no conocía atestan la casa de Frank. La gran mayoría bailan alzando sus vasos de cerveza, otros están apegados a la pared besuqueándose con sus novias (O amantes), y otros van al baño para sacar botellas con alcohol en una tina llena de hielo. Por un momento pensé que esta fiesta era para mí... O soy egoísta por pensar en eso, o soy simplemente un tonto. Opto por la opción Dos.

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