ANDRÓMEDA

Episodio 18: Sector de investigaciones

Otra caminata por los pasillos del Vigilans. Al menos algunos Droides realizando mantenimiento hacen que los conductos no se vean tan vacíos. Finalmente llegamos al sector de investigaciones, el preciado laboratorio de Lhym.

- Bien, hasta aquí llego yo – Dice Turock, quién nos acompañó en el trayecto – Ahora iré a ejercitar estas montañas de músculos, Jajaja.

- No te exijas demasiado, No quiero que te canses por si se presenta alguna misión prioritaria – Le ordena Lhym.

- ¡Así será capitán! Bien James, te veré luego.

El gigantón se retira con dirección a otro pasillo. La forma física de Turock me asombra y asusta a la vez, pero, ¡Que genial es su personalidad! Junto con Lhym, han sido los únicos que me han tratado amistosamente, de momento. Mientras digita en el panel lateral de la compuerta, Lhym menciona:

- Aquí tengo los implementos tecnológicos necesarios para analizar tu sistema biológico, indagar un poco más sobre tus poderes, y hallar la manera de extraer la energía de tu ser.

- Espero que todo salga bien – Intento mantener mi nerviosismo a raya.

- Descuida, todo saldrá bien.

Accedemos al dichoso lugar. Es un enorme laboratorio, lleno de probetas con raros químicos en su interior, mecanismos robotizados desarmados y esparcidos al más puro estilo de un taller automovilístico. En sus rincones se aprecian una diversidad de maquinarias gigantes, dispositivos que no comprendo sus funciones y prototipos de armas para el combate en misiones. Cualquier genio científico se sentiría como niño en juguetería al estar aquí, pero Lhym me dirige a otro compartimento ubicado a un costado de la sección investigativa, para ser más especifico, me conduce a una enorme esfera oscura con una entrada en su núcleo.

- Esta es otra cámara de análisis, pero mucho más sofisticada que la anterior. Aquí podremos dar una revisión mucho más exacta y detallada.

Admito que el aspecto de esa cosa no me inspira demasiada confianza, por lo que camino lentamente hacia su entrada. Una vez adentro, me doy cuenta de que se trata de una habitación oscura y llena de monitores en derredor. Pero lo que más detonó descontento en mí fue la maquina con la que revisarían mi estado. Era una especie de silla metálica reclinada como la de los dentistas. En la parte superior se posicionaba una escalofriante maquina de la que se desprendían cuatro tentáculos mecanizados, que terminaban con agujas en cada uno de sus extremos. Lanzo una mirada a Lhym, una mirada que decía: "¡Estás loco si piensas que me sentaré en esa cosa!"

- James, no tengas miedo – Me dice Lhym, al parecer leyendo mi mirada.

- No es miedo, es desconfianza. ¿Estás seguro de que eso es una máquina de revisión?

- Es la mejor que tengo.

- Pues parece una maldita arma de tortura. No se...

- ¿Qué no sabes James?

- No lo sé. Esto... ¿Qué tanta confianza debo tenerte, Lhym? A penas te conozco, y no sé de tus verdaderas intenciones.

- Pues hasta donde yo sé, he sido lo suficientemente sincero contigo. Y reitero, fue tu decisión venir.

- Sí, pero con información que no me revelaste si no hasta que llegué aquí. Esto es muy diferente.

- De haberte dicho todo esto allá en la Tierra, no me habrías creído – Se justifica Lhym – Escucha, sé que no has tenido buenas experiencias confiando en otros, pero esta es la única cosa que permitirá tener los datos necesarios para revertir las cosas. Pido en esta oportunidad que cooperes conmigo. Es por tu propio bien James.