"Me gustas Stone"
Desde aquel día, no había sido capaz de pensar en otra cosa además de aquellas palabras pronunciadas por Marshall. Podría divagar de sensación en sensación, buscando un deseo evocativo, no obstante, mi nebulosa mente no podía formular una idea lógicamente válida sin crear un desastre en mi consiente.
—Carol, ¿estás bien? —preguntó Lauren mientras me veía fijamente, al recobrar mi instante de inconciencia, analicé la situación y observé que distraídamente había dejado caer impetuosamente una copa de vidrio.
—Lo siento —susurré tras comenzar a levantar los fragmentos del cristal.
Suspiré pesadamente al pensar que debía preocuparme más por el trabajo, y abandonar a Marshall de mis pensamientos. Sin embargo, por más esfuerzo que empeñara en no pensar en cierto idiota pervertido, más difícil se transformaba dicha misión. Mi abrumada mente sólo pensaba en un chico de cabello dorado y ojos azules quien debería estar postrado en una cama del hospital e inmovilizado con un yeso en su brazo, como consecuencia de su estúpida y apresurada decisión.
—Carol, si tienes algún problema puedes consultármelo —mencionó la gerente con una amena sonrisa. —Después de todo, siempre puedo confiar en ti, así que tú también puedes confiar en mí.
—Gracias jefa —murmuré al deshacerme de los trozos de la copa.
—Bueno. Ya terminaste tu turno Carol. Descansa ¿de cuerdo? —informó Beth con una sonrisa antes de irse por el pasillo.
— ¿Divirtiéndote? —Antes de poder adentrarme al cambiador, mi cuerpo se paralizó al escuchar su voz.
—Marshall, ¿ya saliste del hospital? —inquirí al verlo con su usual sonrisa ladeada y con el yeso en su brazo.
—Como se esperaba de mí, ¿no?
— ¿Qué estás diciendo? Aún sigues con vendas y el yeso —vociferé con enojo ante su estúpida decisión de retirarse del hospital ignorando su estado actual.
— ¿Estás preocupada por mí? —comentó con suficiencia y con su mordaz sonrisa.
— Simplemente no vengas aquí —gruñí tras intentar empujarlo con la intención de retirarlo del área restringida.
—Quería verte lo antes posible en Maid Latte, Stone —Marshall tomó ventaja de mi cercanía al empujarlo, para inclinarse a mi altura y susurrar en el lóbulo de mi oído. Acto que produjo un cosquilleo en mi cuerpo.
— ¡Detente! —grité con fuerzas al empujarlo contra la pared, provocando que su brazo fracturado también chocara contra el concreto. —Lo siento. Solo vete —murmuré tras ver que en su rostro se produjo una mueca de dolor.
"Me gustas, Stone"
Sin esperar una respuesta corrí en dirección sur hacia el pasillo para evitar encarar a Marshall. Mi mente nuevamente se destruía al pesar en él, y me era imposible crear alguna respuesta lógica hacia mis acciones y mis sensaciones.
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GUARDA MI SECRETO, POR FAVOR *completa*
Teen FictionCaroline Stone es la ruda presidenta del consejo estudiantil, lo que ha hecho que se gane entre los alumnos varones una mala fama por otorgar mayor preferencia hacia las mujeres de la escuela. Sin embargo, a pesar de su apariencia ruda, Caroline tra...