2da parte especial
—Espera lo proceso —murmuré al tomar un sorbo de la malteada que Erika me había invitado. —Quieres decir, que ¿para encontrar amigas dijiste que tenías un novio a pesar de estar soltera? —repetí incrédulamente.
—Así es... —susurró avergonzada jugando con el cuarto de libra de queso sobre la mesa. —Es que April y Becca solo hablaban de sus novios.
—Entonces, ¿lo más inteligente que hiciste fue tomarle una foto a un desconocido de la calle y decirles a ellas que él era tu novio? —inquirí arqueando mi ceja provocando que ella con su rostro asintiera. — ¿Todo eso para impresionarle a esas dos chicas? Es que ni siquiera puedes llamarlas amigas si tienes que mentir para caerles bien. Todo eso es estúpido.
—Lo sé. Pero cuando reaccioné ya era muy tarde. Si cuento la verdad a estas alturas todos me odiarían.
— ¡¿Quieres pelear conmigo?! No tengo problema de eso. El real es mejor que el barcelona. —vociferó un chico en medio del restaurante, así que alcé mi mirada para comprobar que se trataba de Richard; el capitán de futbol de King David School.
— ¡¿Qué demonios haces Richard?! —bramé al levantarme del asiento.
—Pre-presidenta, ¿q-que haces aquí?
— ¡¿Qué fue lo primero que les dije?! —grité al acercarme a él con cólera. —Que no se metan en problemas —continué al propiciarle un golpe en su estómago.
—L-lo siento.
—Mejor vete ahora al hotel —gruñí cruzando mis brazos y provocando que el chico me obedeciera. —Cielos, siguen siendo un caos.
—Vaya. No sabía lo fuerte que eras —murmuró Erika con una sutil sonrisa.
—L-lo siento —murmuré avergonzada mientras me dirigía a la mesa y las personas desviaban nuevamente su mirada. —Pero... retomando lo que estábamos hablando —susurré elevando mi rostro. —Soy la presidenta estudiantil de King David. Al ser la única mujer del consejo debo ser fuerte y estricta —expliqué. —Es por esto que puedo asegurar que más del 90% de los estudiantes varones me odian.
— ¿En serio? —preguntó con sorpresa.
—Sí, pero, ¿Acasos ves que intento ser otra persona para agradarles a ellos? —mencioné esbozando una sonrisa de confort. —Así sea que solo tengas una amiga, eso no importa. Es mejor tener alguien sincero a tu lado que una manada de mentirosos.
—Ya entiendo... Pero, si cuento la verdad, Andrew y yo tomaríamos diferentes caminos.
— ¿Y eso no es lo que quieres? —pregunté sin comprender.
—En un comienzo sí. Odiaba que me tratara como una perrita, pero ahora es diferente. En estos meses que he compartido con él, me he dado cuenta que detrás de su faceta príncipe, y su diabólica personalidad, hay un buen chico.
—Eso quiere decir... —susurré con la intención de que ella continuara.
—Eso quiere decir que lo amo. —declaró con sonrojo.
— ¡¿Cómo puedes amar a un sujeto que te trate así?! —chillé con cólera al golpear levemente la mesa. — ¿Sabes que terminarás llorando? Él solo te lastimará.
—Lo sé.
— ¿Entonces por qué lo haces? —murmuré frunciendo levemente mi ceño tras mi labor imposible de entenderla. —Sólo sufrirás si lo amas.
—Das unos consejos maravillosos de auto superación, Caroline —comentó con una sonrisa mientras llevaba la cuchara con helado y óreo hacia su boca. —Pero eres terrible para entender al amor.
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GUARDA MI SECRETO, POR FAVOR *completa*
Ficção AdolescenteCaroline Stone es la ruda presidenta del consejo estudiantil, lo que ha hecho que se gane entre los alumnos varones una mala fama por otorgar mayor preferencia hacia las mujeres de la escuela. Sin embargo, a pesar de su apariencia ruda, Caroline tra...