Caroline Stone es la ruda presidenta del consejo estudiantil, lo que ha hecho que se gane entre los alumnos varones una mala fama por otorgar mayor preferencia hacia las mujeres de la escuela. Sin embargo, a pesar de su apariencia ruda, Caroline tra...
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"Oigan, ¿la vieron? ¿A la nueva profesora?"
"Obvio. Y es súper sexy"
"Me siento como en esa películas porno en un salón de clases"
"Es que con esos senos y ese culo, quien no"
"Parece que va a remplazar al profesor Mark en Francés"
"Tengo tanta envidia con los de segundo por tener a esa profesora. Y más al clase 2-2 porque ella será asistente del titular"
Esos y más comentarios se empezaron a expandir por todos los pasillos. La llegada de una diosa como la profesora Amelié Chartier había enloquecido a los hombres cargados de feromonas, quienes no tenían ningún pudor o vergüenza al realizar preguntas personales.
—Hey profe. ¿Tiene novio?
—Chicos, por favor siéntense. Tengo que darles una explicación sobre el torneo de basquetbol —insistió la mujer de cuerpo voluptuoso, pero fue nuevamente ignorada.
— ¿Cuáles son tus tres medidas, Amelié?
Crucé mis brazos ante la inoportuna pregunta de un estudiante de 2-2. Observé al profesor titular que estaba a mi derecha, pero él simplemente se resignó a suspirar y elevar sus hombros.
— Sii. ¿Cuánto miden sus pecho, cintura y trasero?
Gruñí internamente al verme envuelta en la situación. Como presidenta estudiantil debía acompañar al profesor de recién ingreso durante una semana a las reuniones que respectaban con los estudiantes.
Como esta, por ejemplo.
Sin embargo, los estudiantes deseaban todo menos hablar sobre la actividad extracurricular. Descendí amargamente mi mirada al observar que al fondo del salón y al lado del gran ventanal se encontraba Marshall tranquilamente dormido como si las clases no le importaran en lo absoluto.
—Chicos por favor, concéntrense. Además llámenme profesora —insistió la mujer rubia que portaba un falda escasamente larga junto a una blusa que no hacía justicia para ocultar sus monumentales senos.
— ¿Cuál es el tamaño de su copa, Amelié?
—Miren idiotas, si siguen fastidiando a la profesora Chartier se meterán conmigo —gruñí con fuerte aura provocando que los estudiantes rápidamente retrocediera y permitieran que la mujer continuara con su explicación.
.....
—Lo mejor será que la profesora Chartier no esté mucho tiempo sola —sugerí mientras caminaba por el pasillo al lado del titular y la mencionada.
—Sí, lo estamos discutiendo con las directivas —informó el profesor Brooks.
—Aun así, como profesora deberías ser capaz de controlar mejor a sus estudiantes —mencioné con sutileza observando a la mujer rubia de baja estatura, quien a pesar de usar unos altos tacones de aguja seguía siendo más baja que yo.
