Caroline Stone es la ruda presidenta del consejo estudiantil, lo que ha hecho que se gane entre los alumnos varones una mala fama por otorgar mayor preferencia hacia las mujeres de la escuela. Sin embargo, a pesar de su apariencia ruda, Caroline tra...
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— ¿Chase está en Francia? —chilló Lizz con asombro, así que me vi obligada a ocultar su boca con mi mano derecha.
—Nadie se puede dar cuenta —susurré.
— ¿Y por qué está allá? ¿Por el estudio?—preguntó Harper al llevar a sus labios una fritura.
—No sé muy bien los detalles —mentí levemente.
—Pero si es un simple viaje, regresará pronto, ¿no es así?
—Supongo...
Y deseaba que fuera así....
Tras terminar mi exhausta jornada de todo el día, me abalancé contra la colcha de mi cama mientras leía una y otra vez el último mensaje que Marshall había enviado hace dos días.
"El viaje ha sido largo, pero si pienso en ti, entonces se me pasa rápido"
Oculté mi rostro con una de mis almohadas mientras sostenía con fuerzas el dije que posaba en mi cuello desde el festival de aquella escuela.
—Bienvenido mi amo —comenté con una gran sonrisa al observar a Danny entrar al restaurante junto a los tres idiotas.
— ¡Carol! ¿Es cierto que Chase se fue a Francia? —soltó de golpe totalmente abrumado, así que con una amarga sonrisa los guié a una mesa.
— ¿Cómo se han enterado de eso, mis señores?
—Por causalidad. Mucha casualidad aclaro. Estaba pasando por el campus y escuché el grito de Elizabeth cuando estaba hablando contigo —explicó Henderson al llevar a sus labios un vaso de agua.
— ¿Por qué se ha ido tan lejos ese idiota? —espetó Danny tensionando sus nudillos.
— ¿Por qué estás enfadado?
—No debe dejar a alguien tan importante tan fácilmente —gruñó golpeando con fuerzas la mesa de madera llamando levemente la atención de los clientes.
—Caroline, ¿tienes un poco de tiempo libre? —Anunció una voz femenina al adentrarse a la tienda. Así que elevé mi rostro y observé a la profesora Chartier.
—Sí —susurré mientras la guiaba hacia el área restringida del personal siendo seguida no solo por la profesora sino por Danny, los tres idiotas y alguna de mis compañeras quienes observaban con intrigan.
—Tengo algo que mostrarte —continuó al depositar un computador portátil al frente de una mesa. —Por favor siéntate —Tras arquear mi ceja obedecí su petición antes de que ella reprodujera un video.
"Hola señorita Stone, se acuerda de mí"
Delante de la pantalla se podía percibir a Gerald Françoise LeBlanc elevando su mano en forma de saludo.
