20. COMPRANDO MAID LATTE

1.3K 85 57
                                    

—Muy mala suerte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Muy mala suerte. Usted puede perder algo muy preciado. Esfuércese Amo —leyó Archer tras despedazar la galleta de la fortuna que se le fue entregada en el restaurante caffé. — ¡Ay! ¡A que se referirá! ¡¿Será esto o aquello?!

—Que ruidosos. —suspiré mientras depositaba en la bandeja las copas vacias de la mesa #12.

—No te preocupes James. Nosotros tuvimos buena suerte, podemos compartirte algo —comentó Henderson al revelar el papel de su galleta de la fortuna junto a Rodríguez.

— ¡Imbécil! Me lo muestras para restregármelo en la cara ¿no es así?

—Amos. Por favor guarden silencio —gruñí provocando que el trio de idiotas obedecieran. —No son más que galletas de la fortuna hechas a mano.

—Carol, Carol. ¿Qué tal si sacas una? Tal vez tengas la misma suerte de James, y tal vez se sienta mejor —preguntó Rodríguez al señalar la pequeña canasta con galletas que había depositado sobre su mesa.

—Buena suerte. Este año devolverás favores anteriores —leí el sobre con desinterés antes de ver que Archer comenzaba a soltar maldiciones.

Sin embargo solté un pequeño suspiro al leer la premisa. Coincidencia o no, el destino continuaba divirtiéndose conmigo. "Este año devolverás favores anteriores" Inmediatamente mi quijada se tensionó por cierto chico rubio quien se encontraba en la cocina del restaurante.

Chase Marshall.

Él era la principal persona a quien debía agradecerle, pues cada día que pasaba, la lista de sus auxilios ante mí se alargaba. Toqué mi frente frunciendo mi ceño al sentirme inútil ante él. La coraza fuerte y decidida que no necesitaba protección desaparecía siempre que estaba a su lado.

No obstante, mi atención a mi nebulosa mente fue interrumpida al escuchar la campana de la entrada quien anunciaba la llegada de un cliente.

—Lo sentimos amo, pero ya estamos cerrando —comentó Gwen mientras limpiaba una mesa.

—No se preocupen. No hemos venido aquí como clientes —comentó con pulcritud un chico con traje acompañado de otros dos.

Abrí mis ojos al reconocer que se trataba de Steve Coleman, el vicepresidente estudiantil de la estúpida y engreída academia Manchester College.

Suspiré al imaginarme las mil posibilidades por la cual él estaría en Maid Latte, sin embargo, todas las opciones eran perjudiciales para mí.

Hace unos meses tuve un inconveniente con el presidente del consejo, Sean Hawkins. Gracias a Marshall había salido victoriosa del salón de esa tonta preparatoria, no obstante a pesar de no conocer mucho al presidente Hawkins, me extrañaba que él no había actuado en contra mía.

Por lo menos hasta ahora...

—Mis disculpas. ¿Puedo hablar con la gerente del lugar?

—Ah Sí. Soy yo —comentó Beth al salir de la cocina con intriga. — ¿En qué puedo ayudarlos?

GUARDA MI SECRETO, POR FAVOR *completa*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora