Caroline Stone es la ruda presidenta del consejo estudiantil, lo que ha hecho que se gane entre los alumnos varones una mala fama por otorgar mayor preferencia hacia las mujeres de la escuela. Sin embargo, a pesar de su apariencia ruda, Caroline tra...
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NOTA: Los diálogo en cursiva significan que originalmente están en francés. Van a ver demasiados saltos de escena, pero es necesario que lean detenidamente para comprender los secretos ocultos durante la novela, los cuales serán revelados en este capítulo.
OMNISCIENTE POV'S
—Señor Gerald, el joven Chase Marshall está en el castillo —Informó un hombre al dar una reverencia tras abrir la puerta de madera.
—Cedric, ¿qué estás hablando? No es momentos para bromas —El chico de 23 años enredó entre sus dedos hebras de su cabello oscuro tras cerrar sus ojos por sentir un leve mareo.
Tras comprender levemente la situación, se elevó pulcramente del asiento en el que reposaba, con la intención de dirigirse a la sala del ala norte.
—Hermano —Saludó tras ver una cabellera dorada que distinguía gracias a su madre. —Debes estar cansado por un viaje tan largo. ¿Deseas que ordene que preparen un baño?
—No. Está bien —Musitó en respuesta.
— ¿Entonces celebramos nuestro reencuentro con un poco de vino? —Insistió el hombre de cabello azabache tras acercarse a su hermano.
—No, gracias.
— ¿Entonces qué te parece si hacemos un breve recorrido por el castillo?
—No.
—Entonces... ¿Por qué has viajado hasta Francia? —Esperó con expectativa la respuesta del rubio. Sin embargo este decidió guardar silencio. —Cedric me informó que tus padres adoptivos, los Marshall te habían enviado felizmente cuando dijiste que vendría a Francia. Entonces, tengo una pregunta para ti, ¿Vienes al castillo como invitado o para quedarte como miembro de la familia real?
.....
— ¿Está bien mi señor? —Dos mucamas con agilidad ayudaron a levantar del suelo a un señor de cabello oscuro quien poseía una alegre sonrisa.
El hombre recorría aproximadamente los 45 años.
—Papá. ¿Estás bien? —Inquirió Gerald al acercarse a su padre quien tomaba de nuevo el equilibrio.
—No es nada. Eso solo que me ha golpeado un conejo muy salvaje —Aseguró el hombre infantilmente.
—Ya veo —murmuró el joven de 23 años soltando un suspiro tras reconocer las acciones de su infantil padre.
El joven recordaba que la salud de su padre se vio altamente afectada después de la muerte de su madre, así que prefirió nunca reprochar sus acciones.
—Dejando eso de lado, ¿Cómo te fue en Londres? —Preguntó amablemente su padre mientas su concentración se fugó hacia una mariposa.
—Bien, padre —musitó, pues su regreso había sido hace más de dos meses, y no fue a Londres sino a Manchester. —Ha sido favorable, parece que la tienda es popular.
