— ¡Tiempo libre! —bramé con cólera tras ver la décima cesta de Marshall.—Yo soy el árbitro —interrumpió el hombre de rayas con el silbato al estar inconforme con mi decisión.
—Apoyo el tiempo libre —concordó Mike con su voz irregular. —Tú lo dejaste entrar después de que inició el partido. Por lo menos necesitamos tiempo libre —gruñó al señalar al sujeto y a Marshall.
—Está bien, 5 minutos.
—Tenemos que cambiar los planes porque no están funcionando —escupí directamente.
—Hagamos algo. Siempre me la van a pasar a mí o a Dan, ¿de acuerdo? —Ordenó Richard con profesionalismo — Ustedes se encargaran de bloquearle el camino a Marshall lo más que puedan. Tres se encargaran de distraerlo, y otros dos de quitarle el balón. El cuarto me entregará el balón a mí y yo le facilitaré la cesta a Dan. ¿Ok?
—Bastante ágil, Richard —mencioné cruzando mis brazos.
—Sé que tenemos nuestras diferencias presidenta, pero esta vez voy a ganar por dos importantes motivos —aseguró elevando dos dedos. —La primera es por estar en el mismo bus de la profesora piernas sexy's —comentó al señalar a la mencionada. —Y la segunda razón es para acabar con Marshall. ¿Sabes que significa ganarle a alguien como él? Respeto, superioridad, grandeza, atenci-
—Ya entendí. Ya entendí —interrumpí al elevar mi palma —Den su mayor esfuerzo —finalicé al escuchar el llamado del árbitro.
—La razón por la que yo lo hago es por ti, Carol —mencionó Danny antes de alejarse a la cancha.
El partido había comenzado de nuevo. Sonreí con alegría al ver que la estrategia de Richard marchaba a la perfección cuando el balón fue robado de las manos de Marshall.
— ¡Dan, hazlo! —gritó el capitán de fútbol al darle un perfecto pase a Danny antes de que este último encestara reduciendo un poco el marcador.
Asentí con una sonrisa al ver la perfecta jugada colaborativa, no obstante la estrategia solo duró para esa cesta, debido a que Marshall anticipó los movimientos de retén evitando que le robaran nuevamente el balón.
Gruñí internamente al observar que Marshall anotó otra cesta a pesar del esfuerzo de los chicos de la clase 2-1.
—Demonios, y yo que creí que podíamos ganar —susurró un chico a mi izquierda. — ¿Por qué tuvo que meterse él a último momento?
La única razón por la que Marshall abandonara su usual faceta despreocupada y se esforzara por lograr algo.... era por la profesora Chartier....
¿Acaso esto era alguna otra broma del destino? Nunca accedí a esto. No quería hacerlo.
¿Por qué Marshall apareció impetuosamente en mi vida?
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GUARDA MI SECRETO, POR FAVOR *completa*
Novela JuvenilCaroline Stone es la ruda presidenta del consejo estudiantil, lo que ha hecho que se gane entre los alumnos varones una mala fama por otorgar mayor preferencia hacia las mujeres de la escuela. Sin embargo, a pesar de su apariencia ruda, Caroline tra...