.
Finalmente habían decidido que sería mejor volver. No porque la estuviesen pasando mal juntos, sino porque ya había caído la noche y el frío era realmente insoportable. Ni siquiera eran capaces de sostener el marcador firmemente, ya que la baja temperatura les hacía temblar. Pero ahora habría otra cosa que los haría temblar a ambos; sus madres. No tenían idea de qué pretexto utilizar para excusarse. Y de eso se percató Cara al darse cuenta de que ya habían llegado a sus casas.
-Suerte -escribió Zayn en la hoja.
Cara sonrió divertida. -Igualmente.
Pero la suerte que su amigo le había deseado no sirvió de mucho. Apenas había abierto la puerta y el pequeño gato se escabulló entre sus piernas, saliendo hacia la calle y perdiéndose en la oscuridad.
Vio a su madre frunciendo el ceño y acercándose a ella, mientras movía los labios rápidamente. Se veía demasiado enojada conforme se acercaba más a ella.
-¿¡Dónde has estado!? -le preguntó moviendo las manos ampliamente.
-En la calle.
-¡Te pudo haber pasado algo!
-Eh... no me pasó nada -contestó con gestos alargados.
Lauren suspiró. -¿Qué te pasa? Has cambiado demasiado. Antes no eras así.
-¿Acaso crees que las personas no pueden cambiar su forma de ser?
Su madre volvió a suspirar, esta vez con pesadez.
-Además, no he hecho cosas tan malas -hizo referencia con sus manos en las dos últimas palabras.
-¿Ah, no? Destrozaste el auto, sacaste a tu amigo de la cárcel, escapaste mientras estaba reprimiéndote y... -estiró un poco su cuello para ver la calle por la puerta, que aún seguía abierta- perdiste al gato. Y todo eso en menos de tres días.
Cara sonrió con inocencia.
El resto de la amonestación giró en torno a eso mismo.
Y, como castigo, no saldría de su habitación por dos días.
Y, para su buena suerte, cuando esos dos días acabasen, debía de buscar al gato -si es que aún no volvía-.
Y, para completar, Sharon ya se había recuperado y volvería a su casa en cuatro días.
En conclusión; habría preferido dormir en la calle que enterarse de las nuevas noticias.
Se encontraba en su cuarto leyendo un libro, que no podía calificar como divertido ni aburrido, porque no le hayaba sentido alguno. Agradeció llegar a las últimas páginas, que expresaban con palabras lo que podría describirse como un final totalmente inconcluso e inentendible.
Dejó el libro en la mesilla de noche y se levantó de su cama, moviendo los dedos de manera inquieta, notando cuánta falta le hacía el piano. Por alguna razón, se acercó a la ventana y corrió ligeramente la cortina. Observó la casa de Zayn. La luz de su habitación se encontraba encendida, por lo que supuso que también estaría castigado.
Cerró la cortina y bajó sigilosamente, pidiendo que su madre le dejase circular por la casa con libertad.
En el momento en que Cara salió de su habitación, Zayn había abierto sus cortinas para comprobar que ella seguía allí, por sexta vez. Pero se decepcionó al ver que ya no estaba, y cerró las cortinas con un poco de violencia, para luego dejarse caer en su cama y conectar los auriculares al Ipad. Se preguntó por qué se sentía enojado. Ilógico. Si él no conocía sus sentimientos, nadie más lo haría.
.
-¿Puedo hacerte una pregunta? -dijo Julia con una sonrisa cruelmente pícara.
-Adelante -le contestó Lauren, imitando la mueca.
-Es que Zayn se vuelve loco cuando le hablo de esto, pero, ¿no sabes si hay algo entre Cara y Zayn?
-¿Qué? Hasta lo que yo sé, son buenos amigos -bebió tranquilamente un poco de café de la taza que tenía en frente.
-Sí, supongo que debe de ser así. Pero pasan mucho tiempo juntos -Lauren sintió incomodidad al pensar en la posibilidad de que su hija saliese con un... criminal-.
-¿Ah, sí?
-¿Jamás los has visto? Se la pasan juntos todos los días, se hablan mediante un cuadernillo y un bolígrafo. Eso es lo único que sé. Sólo logro verlos desde lejos.
--------.
+10 votos
+6 comentarios
Ig: gaaby_lij
⭐️🍫💞