Yoon Gi
La conocía tan bien, sabia mejor que nadie en lo que podría terminar la conversación con Jennie, pero algo dentro de mí tenía la esperanza de que por una vez en lo que llevaba de conocerla, ella pudiera escucharme y corresponderme. Pero después de escuchar aquellas palabras que salieron de su boca, no pude evitar alejarme de ese lugar con los ojos nublados por las lágrimas de manera desesperada, esa era la misma respuesta que tenía para cada cosa que ella tenía para decirme.
Mi corazón dolía demasiado, minutos después de lo sucedido me encontraba caminando de vuelta a casa, debía arreglar mi maleta, aceptaría la beca que me ofrecieron en Londres gracias a la inscripción que hizo por mí el maestro Kim Dae Jin.
Dicen que el corazón de una persona no soporta ser lastimado dos veces; pero yo amaba demasiado a esa chica, me dolía dejarla ir como si no fuese importante para mí. Incluso cuando pensé que ella podría sentir lo mismo que yo sentía por ella, sus palabras no pudieron llegar en mejor momento, solo entonces supe que había vivido dentro de un mundo de fantasías, no pude haber sido más estúpido sin darme cuenta.
Ese momento terminó con mi frágil corazón, me alejaría, lo haría tal como ella me lo pidió. Esperaba que esos años en los que estaría lejos de Seúl y de ella me sirvieran para olvidarla, intentaría comenzar una nueva vida lejos de ella, tal vez tendría la oportunidad de conocer a alguien que sería capaz de brindarme el amor que ella nunca me dio.
Al llegar a casa, me limité a saludar desde el pasillo a mi madre; la respuesta de mamá llegó desde la cocina.
-Cariño, llegaste temprano –
-Si mamá, estaré en mi habitación por si me necesitas – Dije mientras subía los escalones de la escalera.
-Está bien, cielo. Te llamaré cuando la cena esté lista – Añadió ella con aquella voz melodiosa que le caracterizaba.
Fui directamente a mi habitación después de terminar aquella corta conversación con mi madre, cuando estuve dentro de ella me apresuré a recostarme sobre la cama, suspiré y me obligué a no dejar salir a mis lágrimas; cubrí mis ojos con el antebrazo, mi pecho subía y bajaba al ritmo de mi respiración.
Algunos minutos pasaron sin darme cuenta, recobré mi postura sentándome sobre la cama, dirigí la mirada hacia el escritorio en donde había guardado aquel boleto de avión. Me levanté y caminé hacia allí, abrí el primer cajón y tomé el boleto entre mis manos; su rostro estaba justo en frente mío, esa preciosa sonrisa que amaba con todo mi corazón estaba allí para atormentarme un día más.
Recordaba aquel día en el que la lluvia empezó a caer sin previo aviso, ella refunfuñaba enojada, su uniforme empezaba a empaparse y ella no tenía un paraguas; me apresuré entonces a abrir el paraguas que mi madre había empacado en mi mochila, corrí hacia ella y le protegí de la espantosa lluvia que ella tanto odiaba.
Sus pequeños ojos me miraron fijamente a los ojos, sus pestañas estaban mojadas, su cabello también lucia pegado a su rostro; ella sonrió entonces, mi corazón dio un salto ese día; juré que siempre estaría a su lado para protegerle sin importar que.
-Muchas gracias – Exclamó ella con esa preciosa sonrisa en su rostro.
-De… de nada – Dije sintiéndome nervioso.
-Debes cubrirte también, te mojarás con la lluvia –
-Estoy bien, no te preocupes – Tomé su mano y le cedí el paraguas, le ofrecí una sonrisa, subí la capucha de mi sudadera y corrí bajo la lluvia para llegar hasta casa.
Regresé la mirada al boleto en mis manos, pensaba en la gran oportunidad que tenía frente a mí; estudiar en el extranjero era el sueño de cualquier persona. Mis ojos se detuvieron sin querer en la fecha del vuelo, claramente decía “5 de Marzo del 2018” ese día era mañana, no sabía ni siquiera cuando regresaría; suspiré, necesitaría ayuda para hacer mi maleta.
-Jennie… Espero regresar un día, tan solo le ruego a Dios que para ese entonces pueda mirarte a los ojos sin que mi corazón se agite; espero volver siendo inmune a tus encantos – Terminé diciendo mientras regresaba a recostarme en mi cama, esta vez sí me permití llorar.
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Obligandote a Amarme
Fanfiction¿Has escuchado aquello que dicen sobre que el amor puede convertirse en una obsesión? Pues sencillamente eso es lo que me sucedió a mi; durante días y noches enteras pasé de la etapa simple de enamoramiento, a convertirme en una psicótica obsesiona...