Tres semanas después...
Un hombre vestido con uniforme de policía se encontraba asegurando mis manos dentro de unas frías y brillantes esposas, su mirada se dirigía de vez en cuando a mi rostro, fruncía el ceño y luego simplemente suspiraba.
-Ni siquiera un animal merece ser tratado de esta manera... - Murmuró para si mismo.
Cerré mis ojos sintiendo aquel mismo dolor que llevaba incrustado en el alma desde que había despertado hace unos cuantos días; el dolor físico se había opacado poco a poco, haciendo más evidente el tan inmenso tormento del que no podía escapar.
Una lágrima cayó de mis ojos...
Podía recordar a ese niño venir hasta mi mientras llevaba unas preciosas flores en sus manos, podía verle correr, saltar y sonreír, podía incluso recordar sus lágrimas y hasta podía recordar aquel día en el que le vi partir hacia otro país, lejos de mí.
Tuve miedo en aquel entonces, tuve tanto miedo cuando le vi abandonar la escuela aquel día tan entusiasmado por empezar una nueva vida.
"-Adiós, pequeña Jennie -"
Fue aquel su último adiós, fue allí cuando le perdí para siempre.
-Señorita, su abogado está esperándola afuera - Agregó aquel policía.
Volví a abrir mis ojos entonces, enfocandolos en el tan impecable suelo del hospital.
-¿Min Yoon Gi estará allí? ¿Mi madre estará allí? ¿Quienes estarán allí para defenderme? -
-No puedo responder a su pregunta con total certeza, pero en lo que tengo entendido el señor Min Yoon Gi estará presente... Recuerde que ha sido él quien se ha encargado de defenderla desde el principio -
Asentí, recordaba perfectamente que cuando desperté una de las primeras personas en visitarme fue aquel abogado bien vestido que lucia con demasiado poder. Aquel hombre me informó que había sido enviado por Min Yoon Gi, quien incluso había dado una rueda de prensa defendiendo mi nombre.
-Debemos darnos prisa - Añadió el oficial.
Volví a asentir, me levanté de la cama y empecé a caminar hacia afuera de la habitación de hospital; cuando me encontraba afuera pude observar a cuatro policías más, a el abogado que había contratado Min Yoon Gi y a un Seok Jin que se veía a lo último del pasillo.
Ese chico lucía unas horrorosas ojeras, su semblante no se veía para nada bien; aparentemente había perdido peso y yo sabía que aquello también era mi culpa. Ya que la chica a la que él amaba con el alma, aún no había despertado de un coma profundo en la que le había empujado la desesperación por querer arreglar toda la mierda que yo había armado.
-Perdóname, Seok Jin... Perdóname, Jisoo - Murmuré para mi misma sintiendo un profundo dolor en el alma.
-Colócate esto... - Se dirigió a mí el abogado, ofreciéndome una gorra y un tapabocas
- Afuera hay muchos periodistas junto a muchos fans de Go Eun y Min Yoon Gi -No articulé palabra alguna, simplemente accedí a colocarme aquello que el abogado me ofrecía, mientras seguía caminando siendo escoltada por los cinco policías.
Pasamos por varios pasillos hasta que ya se podía ver la salida del hospital; el lugar estaba tal cual como el abogado me lo había informado, habían decenas de cámaras y cientos de personas que gritaban mi nombre junto a la palabra "asesina" también podía ver carteles que llevaban plasmadas algunas frases que me condenaban incluso hasta el infierno.
Bajé la mirada hacia el suelo, las lágrimas empezaban a caer con rapidez mientras el sonido de los gritos de las personas se escuchaban con más claridad; eran tantas personas que deseaban mi muerte y despreciaban mi vida que hasta incluso yo misma empezaba a despreciarme.
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Obligandote a Amarme
Fanfiction¿Has escuchado aquello que dicen sobre que el amor puede convertirse en una obsesión? Pues sencillamente eso es lo que me sucedió a mi; durante días y noches enteras pasé de la etapa simple de enamoramiento, a convertirme en una psicótica obsesiona...