Capítulo 13

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Acurrucaba mi cuerpo intentando crear una especie de caparazón con el que pudiese protegerme de los malos sentimientos que sentía en ese momento; no paraba de recordar esa miserable mirada con la que Min YoonGi me había mirado.

Hace muchísimo tiempo no era capaz de sentir culpabilidad frente algún suceso que fuese ocasionado por mí, incluso recordaba haberle pedido que no se volviese a acercar a mi por el simple miedo que tenía de obtener aquella mirada llena de miedo que me brindaban sus preciosos ojos.

Entonces, mientras empezaba a sentirme peor cada vez más; sin previo aviso un nuevo sollozo se abrió paso por mi garganta. Era como si algo que no podía controlar estuviese intentando salir a flote, era como si mis extraños sentimientos por Min YoonGi estuviesen acechando por encontrar el momento adecuado para destruirme.

"Te amo" fue exactamente la frase que grité a los cuatro vientos sin razón alguna; en ese preciso momento tenía tanto miedo de perderle de nuevo, tenía miedo de ser la culpable una vez más.

Y lo cierto era que todos juzgaban mis antiguas acciones sin saber a ciencia cierta lo que pasaba por mi corazón en aquel entonces, cuando era el adorable Min YoonGi el que se esforzaba por demostrarme sus sentimientos mientras que una desalmada Jennie parecía despreciarle sin razón.

Y era que en realidad aquella pequeña tenía miedo, ella tenía miedo de ser el centro de las incontrolables burlas de los demás niños crueles a quienes no les importaban los sentimientos de dos chiquitines que luchaban por demostrar el amor que sentían el uno por el otro; claro está, cada uno a su manera.

Amaba mirarle desde el cristal de la ventanilla del auto, él siempre lucía esa preciosa sonrisa que hacía revolotear mi corazón de manera descontrolada; sonreía incluso sin razón mientras mantenía la mirada fija en ese Min YoonGi que esculpía en barro una estatua de esa niña a la que siempre miraba con un inusual brillo en los ojos.

-¿Te sientes bien? - Me preguntó Nam Joon mientras que yo solo era capaz de sollozar.

-Tengo miedo... - Dejé salir entre el llanto.

-¿Miedo de qué? ¿De la policía? -

-Tengo miedo de perderle una vez más - Agregué enterrando las uñas en las palmas de mis manos.

-Lo siento, pero no puedo entender lo que quieres decirme, preciosa - Guardé silencio en medio de mis sollozos.

Estaba segura que nadie podría entenderme en ese momento, ya que todos pensaban que yo era simplemente un monstruo sin corazón que asesinaba a personas con suma frialdad. Y tal vez era cierto, pero incluso siendo un vil y asqueroso ser sin sentimientos de culpabilidad; era capaz de atar mi corazón a una razón viviente que incluso era capaz de hacerme pensar en cualquier manera de conseguirle para tenerle a mi lado.

-Te llevaré a mi departamento, por el momento será mejor que no salgas a la calle -

Nam Joon estaba realmente preocupado por lo sucedido hace unos minutos atrás; él estaba asegurándose de mantenerme a salvo a toda costa, después de todo él también estaba tan mal de la cabeza como yo.

Pasamos cientos de calles hasta que logramos detenernos frente a un conjunto de edificios diseñados con el mismo estilo predeterminado; Nam Joon bajó entonces del auto y luego me ayudó a bajar a mi.

Estaba tan exhausta que podía sentir mis piernas debilitarse con suma facilidad. Me aferré a la camiseta de ese chico que mantenía mi cuerpo contra el suyo intentando guiarme hacia su departamento, en el que seguramente no sucederían cosas muy buenas.

-Ya casi llegamos - Añadió Nam Joon mientras abría la puerta de la entrada con torpeza.

Yo tan solo podía sentir como mis párpados empezaban a hincharse debido al llanto que habia dejado atrás en el auto. Ahora, simplemente quería arrancarme de la cabeza a ese maldito chico con el que había soñado casi todas las noches desde que era una niña.

Quería olvidarme de su mirada, quería olvidarme del hecho de que pronto estaría en el altar con una chica a la cual empezaba a odiar con todo el corazón; pero aún así, aunque quería olvidarlo yo quería saber como se sentían sus labios en los míos.

-Recuestate aquí - Susurró Nam Joon a mi oído mientras me dejaba frente a una cama bastante apetecible.

Me tumbé sobre aquel colchón, intenté relajarme mientras recordaba una y otra vez el rostro de Min YoonGi llevando esa lastimosa mirada.

Me llevé las manos a la cabeza, gruñí y luego volví a enfocarme en la habitación en la que me encontraba en ese momento.

Había un chico caminando hacia mi, él parecía decirme algo pero yo no podía escucharle en absoluto; espabilé intentando enfocar mejor la mirada en aquel sujeto a quien no podía reconocer.

Pero incluso antes de que yo pudiese terminar de espabilar, él ya se encontraba frente a mi sonriendo ampliamente como sí yo fuese lo mejor que su bonita mirada se hubiese topado en algún momento.

-¿Estás bien? - Preguntó él.

-¿YoonGi? - Dije sintiendo un nudo en la garganta.

-¿YoonGi? - Él frunció el ceño confundido.

-¿Como llegaste aquí? -

-Jennie... Yo no sé de que me hablas - Él sonrió ampliamente.

-¿Donde está Nam Joon? -

-¿Eh? - Él negó con la cabeza - Es mejor que tomes una ducha y te vayas a dormir -

No podía entender absolutamente nada en ese momento, pero aún así, mis ojos se encontraron clavados en esos bonitos labios que había amado desde que era niña; pude sentir como la boca se me hizo agua con tan solo imaginar sus labios sobre los míos.

-YoonGi... - Dije en un susurro casi inaudible.

Sus ojos se enfocaron en los míos entonces, mi corazón empezó a latir con fuerza cuando sin remordimientos me acerqué con cuidado a su boca; pasé mis brazos alrededor de su cuello y luego junté sus labios con los míos.

Él me besaba con desespero, había incluso algo extraño en sus caricias y en la manera en como se sentían sus besos; mi corazón pareció romperse en ese instante.

Fui consciente de que estaba siendo engañada por mi subconsciente, podía reconocer fácilmente aquellos labios que empezaban a bajar por mi cuello con diligencia; él no era Min YoonGi, se trataba en realidad de Nam Joon.

Un nudo se hizo presente en mi garganta, no podía decir palabra alguna; además, había un vacío enorme apoderándose de mi corazón. Me sentía exactamente igual que antes, me di cuenta entonces de que en realidad lo único que siempre había necesitado, no estaba en mis manos.

Quería conseguirlo, tenía que conseguirlo a toda costa sin importar que. Incluso si era en contra de su voluntad, yo obtendría lo que me correspondía.

Era mi momento de ser feliz, no necesitaba nada más que a él; le había dejado alejarse una vez. Pero eso no ocurría en esta ocasión, no ocurriría mientras que yo estuviese a cargo de mi historia.

-Necesito tu ayuda - Dije con voz firme mientras sentía los labios de Nam Joon en mi cuello.

-¿Mi ayuda? - Preguntó él bastante curioso.

-Te daré lo que me pidas a cambio de algo-

-¿Que es ese algo? -

-Una persona... Quiero a una persona, pero la quiero conmigo ya... - Le miré de reojo.

- Mataré a quien tenga que matar, no importa como; yo le obligaré a mirarme de nuevo solamente a mí -

Obligandote a Amarme  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora