Obligandote a Amarme

Capítulo 5

Bajé la mirada hacia esa tarjeta de presentación que Yoon Gi había colocado en mis manos, arrugué la nariz sintiéndome incomoda ante el anterior encuentro; regresé la mirada al camino que me conduciría hacia la dirección que mi madre había anotado en mi mano.

Apresuré el paso tratando de llegar lo más pronto posible hacia ese lugar, dejaba atrás a decenas de personas que iban apuradas para un nuevo día de trabajo mientras que yo no podía sacarme de la cabeza esa maldita sonrisa de Min Yoon Gi. Maldije en voz baja y sacudí la cabeza empezando a frustrarme frente a tal sentimiento que sentía, incluso intenté tararear una canción para despejar la mente, pero tal cosa fue verdaderamente inútil.

Entre pasos y más pasos que daban mis pies, logre llegar hasta mi destino final; repasé la mirada por toda la fachada externa de aquella cafetería llamada “Cofee, Corea” en ese momento rectifiqué la dirección apuntada en mi mano, no podía creer que mi madre me había enviado a conseguir trabajo en una de las cafeterías más populares de la ciudad.

Suspiré y me anime a ingresar al local, una vez estuve dentro de la curiosa y acogedora cafetería todos los ojos de las personas que se encontraban allí se posaron sobre mi de manera inmediata, repararon mi aspecto de la misma manera en la que yo había reparado la fachada externa minutos antes. No me sentí incomoda ante sus miradas, al contrario; un extraño sentimiento de orgullo empezó a correr por mi sistema.

Agité mi cabello y empecé a caminar hasta el mostrador, allí se encontraba un chico bastante simpático para mi gusto; a pesar de que era el único que no se había percatado de mi presencia, lucia bastante curioso por el sonido de mis pasos acercarse a él. 

Deposité mi hoja de vida sobre el mostrador de una forma bastante brusca, solo para llamar la atención de ese chico con cabello morado que garabateaba algunas cosas sobre una hoja de papel. Su mirada pronto estuvo puesta sobre mí, le ofrecí una sonrisa y él levantó una de sus cejas curioso de mi sonrisa y amigabilidad; a esperas de una respuesta suya, señalé la hoja de vida y volví a sonreír.

-Supe que estaban contratando camareras aquí… ¿podrías decirme donde tengo que presentarme para aspirar al puesto? – El chico espabiló de manera exagerada y sonrió ampliamente, esta vez su rostro serio le abría paso a una expresión bastante coqueta que iba dirigida hacia mí.

-Debes presentarte con el administrador y dueño del café – Asentí entendiendo.

-¿Podrías decirme donde se encuentra el administrador? – El chico repasó la lengua por sus labios y luego se señaló a si mismo con una sonrisa. 

-Heme aquí – Mis ojos se abrieron como platos – Mucho gusto, mi nombre es Nam Joon y soy el administrador y dueño de la cafetería… - Volvió a pasar su mirada por todo mi cuerpo y prosiguió – Sígueme si quieres obtener el trabajo –

Levanté mis cejas y mire a mi alrededor percatándome de un par de camareras más que recibían a los clientes, me apresuré a seguir a ese chico que parecía bastante seguro de sí mismo; pasamos la cocina, allí habían unos tres chicos preparando café y algunos otros bocadillos; sus miradas también se depositaron en mí cuando me vieron.

Intente mirar más allá del cuerpo del chico que caminaba delante de mí, pero solo pude notar una puerta blanca al final del pasillo que pasábamos; cuando estuvimos allí el abrió la puerta y me pidió que ingresara.  Mentiría si dijera que estaba nerviosa, al contrario; me sentía bastante segura en esa acogedora oficina pintada de blanco con un escritorio negro en el medio del suelo.

-Toma asiento, por favor – Agregó el chico y yo le agradecí tomando asiento - ¿me permites los documentos? – Asentí y le entregue mi formulario.

Sus ojos pronto vagaron entre toda la información escrita allí, en ocasiones incluso sonreía y en otras fruncía el ceño; al final solo cerró la carpeta y miro fijamente a mis ojos con una sonrisa plasmada en su rostro, por lo que yo también le ofrecí una sonrisa.