Capítulo 24

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-¿Y tú madre? ¿Acaso ella no es de la que se preocupa cuando su hija desaparece de repente un día? - Dijo Namjoon mientras miraba fijamente hacia Go Eun.

-¿Me preguntas a mí? - Añadí percatandome de su voz.

-Claro que te pregunto a tí ¿acaso debo preguntarle a esta moribunda? - Señaló hacia la chica que aún lloraba de dolor.

-Pues... Mi madre no es de esas mujeres - Dije encogiéndome de hombros.

-¿Que clase de madre tienes? -

-Te aseguro que no es una de las mejores - Suspiré mientras terminaba de limpiar las cortadas en mis brazos - Al menos casi nunca lo fue conmigo, digo; desde que se divorció de mi padre -

-Supongo que te culpó por todo lo que sucedió en su relación -

-Algo así... - Terminé mirando de reojo a ese chico que sin más había abierto un tema de conversación bastante aleatorio.

-¿La herida en tu estomago fue producida por algún golpe de tu madre? - Se animó a preguntar él.

-¿La herida en mi estómago? -

Tragué saliva entonces, yo no recordaba haberle mostrado específicamente esa parte de mi cuerpo. Ya que desde siempre me había avergonzado de aquella pequeña pero visible cicatriz.

-¿Por qué me preguntas eso? Y peor aún ¿Como es que sabes de esa cicatriz? - Le miré fijamente.

-No creo que quieras saber la historia - Sonrió dejando ver esos malditos hoyuelos en sus mejillas.

-¡¿Me has espiado, acaso?! -

Me levanté de un solo tirón del sillón en el que me encontraba, apreté con fuerza el trapo empapado con agua y apreté mi mandíbula intentando contener mis ganas de asesinar a ese hijo de perra.

-¡Abre la maldita boca y dime como es que sabes de la jodida cicatriz! -

-¿Ya vas a volverte histérica? -

-¡Solo habla de una buena vez, antes de que pierda todo mi autocontrol! -

-Vale... - Él rodó los ojos, suspiró y luego fijó sus ojos en mí de manera lasciva - ¿Quieres saber si te he espiado? -

Namjoon era un chico seguro de si mismo, no le temía a nada hasta donde yo sabía y le encantaba demasiado intimidar a las chicas con sus escandalosos encantos.

Cosa que me atrajo al principio, pero luego de todo lo que había sucedido entre nosotros; estaba segura de que aquel chico no valía la pena al menos que fuese para pasar una jodida noche.

Noche que no estaba segura si nunca llegaría, ya que era realmente imposible resistirse a tales encantos. Sobre todo, cuando abandonaba el cuarto de ducha luciendo solamente una toalla anudada a la cintura, dejando a la vista todo lo demás que no era capaz de cubrir el pequeño pedazo de tela.

-¿Quieres saberlo entonces? -

Me preguntó él estando ya a tan solo centímetros de mí cuerpo.

-Si te pregunto, es por qué eso quiero ¿O no? - Respondí dando un paso hacia atrás.

-Vale - Namjoon volvió a sonreír siendo él quien daba un paso adelante.

No le odiaba, tenía que ser sincera con eso; solamente me jodía demasiado tenerle cerca por demasiado tiempo.

-Sí, te he espiado en más de una ocasión... - Él fijó su mirada en la mía - Por más de una vez mis ojos han detallado cada centímetro y cada lugar de tú cuerpo - Sonrió - Y no tienes idea de cuanto me he deleitado -

Obligandote a Amarme  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora