Capítulo 31

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Seok Jin...

El alma se me desmoronó al escuchar el sonido de aquel disparo de pistola; los músculos del cuerpo se me entumecieron y pronto un intenso dolor se hizo presente muy adentro en mi corazón, como si se tratase de una fuerte punzada en aquel instante cuando el terror me inundaba.

-¡JISOO! - Grité tan fuerte como pude, olvidándome de cuan enojado me sentía por lo que ella había hecho.

Ver su delgado cuerpo caer de repente al suelo, era como la parte más aterradora de un sueño que parecía demasiado real; sueño que lamentablemente no existía ya que podía estar consciente de que aquello que veían mis ojos no podía ser una pesadilla.

Corrí tan rápido que pronto estuve a su lado tomando su cuerpo entre mis brazos, suplicandole a ella y a el cielo que no me dejasen solo.

-¡Preciosa no cierres los ojos por favor! -

Pude decir apenas, con la garganta bloqueada por toneladas de nerviosismo y dolor; el tan inimaginable dolor que sentía al ver a esa chica que amaba a punto de morir.

-¡Preciosa! ¡Despierta! ¡Jisoo! -

Fue cuando mi corazón pareció dejar de latir, cuando el oxígeno parecía ser escaso para mis pulmones y cuando mis venas parecían haber detenido el recorrido de la sangre en mi interior; ella había cerrado los ojos en tan solo segundos.

Haciendo caso omiso a mis desesperadas suplicas...

-¡Hágase a un lado, por favor! - Dijo uno de los paramédicos que ahora arrancaban de mis brazos, el cuerpo de Jisoo.

-¡Hay que llevarla a un hospital lo más pronto posible! ¡Pero antes necesita reanimación! - Exclamó con urgencia otro de aquellos hombres.

-¡Desfibrilador listo! - Anunció una joven enfermera - ¡Uno, dos, tres! -

Allí aún tumbada sobre la áspera tierra, Jisoo se encontraba rodeada de cuatro paramédicos que ahora intentaban regresarla a la vida.

Primera descarga...

El cuerpo de aquella chica dió un salto tan desgarrador, siendo atraído por la primera descarga de reanimación. Estaba de rodillas entonces, con los ojos completamente nublados en lágrimas.

Tenía tanto miedo de que ese maldito sonido constante no se volviese irregular; pero ese jodido y contenido "Piiiii" aún no paraba de sonar.

Segunda descarga...

Sin respuesta alguna, a pesar del tan grande esfuerzo de aquellos paramédicos.

Tercera descarga...

Su cuerpo volvió a saltar de manera exagerada, a diferencia de que esta vez el sonido de aquella maquina empezaba a ser irregular indicando que mi preciosa Jisoo aún se encontraba con vida.

-¡Tenemos que llevarla a la ambulancia para sacarla de aquí! -

Fue entonces lo que ordenó uno de los hombres; los demás le obedecieron y con cuidado subieron a una camilla el tan delicado cuerpo de Jisoo.

-¿Puedo ir con ella? - Apenas pude preguntarle a uno de los paramédicos.

Pero antes de que aquel hombre pudiese contestar a mi pregunta; un oficial de policía que conocía bastante bien apartaba mi mano de la de aquel hombre para decir la estupidez más grande que pude haber escuchado en ese maldito día.

-No puedes acompañar a el cómplice de los delincuentes, no es asunto tuyo incluso si muere - Soltó aquel miserable hombre.

-¿Puede quitarse de mi camino antes de que yo no sea capaz de aguantar las ganas de partirle la maldita boca?

Obligandote a Amarme  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora