IV

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Debido al incidente del día anterior, en el cual había salido gravemente herido por la grandiosa ocurrencia de su hermano mayor, Jimin decidió irse primero a la escuela dejando preparado sobre la mesa el desayuno de toda la familia, ya que se había despertado demasiado temprano y todos aún andaban bajo las sabanas profundamente dormidos, brindándole la oportunidad a el menor de marcharse sin problemas de por medio.

Cuando YoonGi rato más tarde, salió de su habitación completamente arreglado para partir a la escuela, Min Hee y la ahora señora Min NeulSeok estaban sacando las maletas para su estúpido viaje de pareja, y le fue inevitable despedirse de sus padres con una amplia sonrisa cargada de hipocresía, ya que su querida madrastra se llevaría una terrible sorpresa de muerte cuando abriera su equipaje. Respiró profundamente sintiendo como la dicha corría por sus venas al tener la casa prácticamente para él solo, de no ser por la existencia de un despreciable ser llamado Jimin, tal vez se hubiera sentido muchísimo más contento, pero por mucho que quisiera no podía desaparecerlo del mapa, ni a él, ni micho menos a su madre.

Según lo que le había dicho su padre, el desayuno lo había preparado su hermano, así que lo primero que hizo fue ignorar por completo aquel plato de comida sobre la mesa, para dirigirse a la nevera a sacar una manzana y tomar un poco de jugo de frutas tropicales de la botella. Al terminar de devorarse aquellos alimentos que a duras penas le llenaron un cuarto de su estómago, se encaminó a la escuela en su bicicleta.

Varios minutos después de conducir en calma por la carretera desolada, se detuvo sonriente frente al edificio principal, donde se hallaba el anclaje de bicicletas, y de inmediato al bajarse, todas las chicas se acercaron a saludarlo unas un poco tímidas y otras más coquetas de lo que pudiese imaginar, no había pasado ni un día desde el inicio de las clases y las féminas ya se acercaran a él con intenciones de conquistarlo, a decir verdad saber que todo el instituto estaba prácticamente a sus pies lo hacía sentir sumamente importante y orgulloso. Por ello, aunque fuese falso su comportamiento para con la mayoría de personas, prefería tragarse sus pensamientos y disfrutar de lo que sea que los demás estuvieran dispuestos a dar por él, fingiendo una empatía y amabilidad que en realidad no lo caracterizaba ni un poco.

Sin embargo, aquella regla no aplicaba con sus dos amigos de la infancia, uno era Kim NamJoon, hijo menor de una familia que poseía una de las mejores empresas de tecnológica, la KT Corporation. Y el segundo era Jung Hoseok, hijo único y futuro dueño de una empresa de arquitectura, Jung's Studio. En pocas palabras eran dos personas que sabían con claridad cómo eran las cosas en su mundo de niños ricos, y eso le hacía sentir bastante comodidad a comparación de con otras personas que no estaban ni de cerca en su mismo círculo social, aun cuando muchos de los estudiantes del instituto campestre Kim, poseían dinero y familias de renombre, YoonGi podía asegurar que solo ellos tres estaban en un nivel mucho más alto que los demás.

NamJoon era de esos chicos que ocultaban todo con una sonrisa y se tornaban alegres para que todo el mundo los quisiera, incluso en más de una ocasión YoonGi lo habría definido como demasiado torpe e idiota, mientras que Hoseok era mucho más centrado y serio, era una persona que analizaba todo antes de hablar. Y por ello le agradaba un tanto más que NamJoon.

—Oh, llegó el príncipe del instituto —canturreó NamJoon a carcajadas en el preciso instante en que se sentó en el puesto que compartía con él.

—¡Cállate, eres muy ruidoso desde tan temprano en la mañana! —gruñó YoonGi poniendo sus ojos en blanco.

—Todas las chicas están encantadas contigo, ¿no deberías aprovechar?

—Paso.

—Eres un idiota, ¿verdad, Hoseok? —cuestionó su compañero buscando un poco de apoyo para fastidiarlo.

*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora