Jimin pasó un día entero tirado en su propia cama, sin comer nada de lo que YoonGi le ofrecía por mera responsabilidad, sin dormir por mucho que cerrara sus ojos con vehemencia, y sólo llorando cuando recordaba cada momento; cada instante en el que creyó ante la excitación que eso estaba bien, que podía disfrutar el tener relaciones con YoonGi, el besar a YoonGi, el dejarse tocar por él, el permitir que lo maltratara a su antojo tanto física como emocionalmente, el ceder tan fácilmente ante él después de lo que le había hecho.
El castillo que había construido en su imaginación comenzaba a caerse de a pedazos, haciéndolo infeliz por completo. Había pensado durante mucho tiempo que, si sus padres se casaban, él sería el niño más feliz del mundo, había soñado que YoonGi y él serían buenos amigos; que quizás aprenderían a lidiar con sus diferencias y que sus madres no fuesen las mismas no se convertiría en un impedimento trascendental, dado que de algún modo llegarían a quererse genuinamente, no obstante, todo lo que había creído ciegamente que sucedería, nunca llegó como esperaba.
A decir verdad, la persona más miserable desde el matrimonio de Hee y NeulSeok, era nadie más que él y sus esperanzas comenzaban a agotarse. El colegio no era ni de cerca distinto, sus compañeros de clases le hacían la vida un calvario, YoonGi tampoco ayudaba y quizás lo único que lo había hecho mínimamente afortunado, era Kim NamJoon, pero lastimosamente no era suficiente.
Decidido a no soportarlo más, tomó una hoja, un lapicero y comenzó a garabatear las palabras que brotaban de su cabeza entre lágrimas. Era demasiado joven para estar soportando todo tipo de cosas desagradables que solo lo deprimían, nada de eso era justo, ni mucho menos se lo merecía.
Deambuló por la casa recordando todas aquellas cosas que su memoria guardaba, la emoción al llegar a ese lugar por primera vez, el matrimonio de sus padres, la cena en la que oficialmente había conocido a su hermano mayor, la primera vez que su padre le había regalado un juguete, la primera vez que cocinó junto con su madre un delicioso pastel, su primer tropiezo cuando aprendió a andar en bicicleta, la voz de su madre cantándole para que intentara dormir cuando era más pequeño, y finalmente aquel abrazo embriagador de su padre cada vez que lograban verse.
Respiró profundamente para calmar su llanto, se adentró en el baño con un bisturí en mano que había sacado de una de las tantas gavetas de la cocina, abrió la regadera, y mientras esperaba a que se llenara la tina con agua tibia, escribió un mensaje de texto a sus padres diciéndoles que los amaba, y luego a YoonGi le escribió un simple: "Te quiero, Hyung".
Desde muy pequeño había aprendido gracias a una maestra en párvulos, que debía perdonar a las personas a pesar de las cosas que estas hicieran, por ello, era tan difícil odiar a quien le había hecho daño. Su corazón era demasiado noble, pero hasta él mismo sabía que existía a veces un límite, en donde uno a pesar de que perdona; no puede olvidar. Y, el no lograr esto último, le estaba atormentando más de la cuenta.
No era solo el hecho de ser abusado por alguien de su propia sangre, era el haber mantenido relaciones consientes y altamente satisfactorias, eso lo hacía sentir una desazón de sí mismo. Sentía que había defraudado sus valores y todas las cosas en que creía, había traicionado su propia ética y moral de la forma más espeluznante que existía.
Cuando notó que el agua estaba a la temperatura que tanto le agradaba, metió sus pies sintiendo como el calor relajaba sus músculos, totalmente convencido de que aquello era lo mejor, se hundió lentamente con sus ropas puestas, mientras el líquido no dejaba de derramarse; cayendo al suelo, ya que había preferido dejar la regadera abierta así la temperatura no cambiaría después.
Mantuvo el filoso bisturí entre sus manos, cerró los ojos, ya que no quería arrepentirse de lo que estaba por hacer, y se cortó primero la muñeca izquierda, para acto seguido pasar a cortar la otra. Había sido desgarrador el dolor de su piel siendo intencionalmente herida, pero se había mordido los labios sacándose sangre de estos para no soltar un alarido innecesario.
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*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *
أدب الهواةPark Jimin y Min YoonGi son medio hermanos, el único que no está enterado de ello es YoonGi, no obstante, un año después de la muerte de su madre, su padre decide casarse con la madre de Jimin; quien era su amante. Por un lado, todos parecen muy fe...