*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *

XXIII

Jimin estaba sumamente dichoso, realmente no podía de la felicidad, esta salía a borbotones de sus poros y se reflejaba en su expresión sonriente que, no lograba borrar de su semblante.

Había recibido los exámenes de compatibilidad genética que se había realizado días atrás con YoonGi, y estos indicaban que sólo había un 10% de probabilidad de que su bebé no fuese sano, por lo que no veía muy arriesgado el tenerlo, incluso el médico Park JungSoo le felicitó con esa característica amabilidad, tanto por su excelente estado se salud, como por las buenas nuevas.

Así que al llegar a su casa lo primero que deseo hacer fue comentarle todo a YoonGi, no obstante, este aún no había llegado aun cuando era bien entrada la noche y para su desgracia, sus padres habían dejado una pequeña nota sobre el comedor informándoles con el mayor descaro posible que estarían en una fiesta privada con sus ricos amigos, por lo que llegarían muy tarde.

En pocas palabras, estaba completamente solo en esa amplia casa.

Ahora que las cosas estaban marchando tan estupendamente desde su punto de vista, probablemente sería hora de hablar con sus padres. Pero primero debía llegar a un común acuerdo con YoonGi al respecto, lo cual sería un completo desafío, pero a fin de cuentas no podrían ocultar para siempre su embarazo.

Soltando un largo respiro, subió hasta el segundo piso, donde alegre se adentró en el baño, para acto seguido preparar un baño de burbujas en la tina. Se encargó en total calma de llenar la bañera con agua tibia y un poco de jabón. Mientras esta se llenaba fue quitando lentamente su ropa, hasta quedar desnudo, dejo la puerta entreabierta ya que de todos modos estaba solo. Y al ver que la tina estaba completamente lista, se metió en ella, relajando con el agua cálida sus músculos, sintiéndose con el rose de las burbujas y su aroma exquisito a frutos completamente en paz.

Apoyó su cabeza en el borde de la tina, entretanto cerraba sus ojos, y acariciaba su vientre junto con el tarareo de una melodía que estaba inventando en aquella calma, que fue interrumpida por el chirrido de la puerta del baño abriéndose lentamente. Sus ojos se abrieron de golpe y sobresaltado con el sonido, se incorporó para encontrarse con YoonGi observándolo con curiosidad a solo unos pasos de distancia.

—Aquí estabas... —refunfuñó el pálido cruzándose de brazos para recostarse inexpresivo en el marco de la puerta.

—Casi me matas de un susto, Hyung. ¿A qué hora llegaste?

—Hace unos minutos, traje brochetas de cordero y también un paquete de gomas, las he dejado en la cocina.

—Gracias —sonrió el menor complacido en absoluto con los pequeños detalles que tenía YoonGi para con él, aun cuando no se los pedía.

—¿Cómo estuvo tu cita?

—¿Por qué no vienes aquí conmigo y te hablo sobre ello? —murmuró con una sonrisa pícara que logró que el mayor encarnara una de sus cejas, interesado en la propuesta.

YoonGi al percatarse de la seguridad del más bajo, dejó escapar una sonrisa ladina.

Lentamente se deshizo de la camisa del uniforme, de sus zapatos, del pantalón y al estar desnudo de pies a cabeza, se acomodó en la tina frente a Jimin, quien comenzó a parlotear sobre todas y cada una de las cosas que había hecho luego de que se separaran para ir a sus respectivos pendientes. YoonGi lo observaba atento y escuchaba cada una de las cosas que decía con una sonrisa, una que comenzaba a intimidar sobre manera al menor.

—Hoy te ves diferente.

—¿Me veo lindo? —preguntó Jimin, sin quitarle la mirada de encima al chico que reposó su cabeza en una de sus manos, y de inmediato negó.