XXI

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NamJoon no se preocupó en lo más mínimo por el desastre que terminaría siendo su casa tras semejante fiesta, no se alarmó ni por un segundo por las cosas que dañaban por doquier sus compañeros de instituto, ni mucho menos por lo que sea que hicieran en cada rincón de la misión, ni por los cuerpos durmientes tirados en el suelo, así como tampoco se atrevió a mirar el desastre de mugre y comida que había; a fin de cuentas, sus padres estaban de viaje por Italia y tardarían unos días en llegar.

Así que simplemente podía llamar a un servicio de limpieza para que arreglara todo, antes de que ellos regresaran, por lo tanto, fresco como una lechuga se limitó tras la partida del cumpleañero -que ni siquiera probó el pastel con glaseado que habían comprado-, y su hermano menor, a andar por todo el lugar buscando a esa persona con quien tenía unos fervientes deseos de discutir. Pero no lograba hallarlo por ningún lugar.

Este no estaba ni en el patio, ni en los baños, ni en la cocina, por lo que, con el ceño fruncido, subió hasta el segundo piso seguro de que solo existía un último lugar donde Kim SeokJin se ocultaría tan impetuoso y cuidadoso como siempre; su habitación.

Soltando un largo respingo, detuvo sus pasos en el desolado pasillo, en el cual la puerta de su cuarto estaba cerrada, por lo que puso una mano en el pomo, para acto seguido girarlo, permitiendo así que esta se abriera de par en par. Lentamente se adentró en el lugar deseoso de que el menor se hubiera marchado antes de que todo eso ocurriera, quería creer en su interior que SeokJin no sería capaz de hacerle daño a su propio amigo, aunque su mente le decía una y otra vez todo lo contrario; SeokJin era una persona que no conocía limites, que podía hacer todo lo que se le viniera en gana porque así era él, y no cambiaría por mucho que se lo propusiera, sencillamente él no podía.

Sobre su cama, el peli-negro se encontraba tendido como si él fuera el mismísimo dueño de todo lo que le rodeaba, tenía su decaída mirada clavada en la pared a su lado, estaba hecho bola. Con esas piernas delgadas cubiertas por unas finas medias blancas, y su intimidad sólo le cubría unos diminutos pantis rosas que resaltaban su trasero. Sin mucho esfuerzo, pudo notar que el menor se había tomado la molestia de ponerse una vieja camisa suya, de esas que le quedaban grandes y lo hacían lucir una inocencia que no poseía en absoluto.

NamJoon con esa imagen frente a sus ojos, sólo pudo tragar saliva, antes de cerrar la puerta a sus espaldas dado que escucho a la distancia pasos acercándose, por lo que sin dudar ni un segundo le puso el cerrojo. Y por mucho que intentó recordar porque estaba en ese lugar exactamente, no logró concentrarse como le hubiera gustado, el enojo se había disipado por culpa de ese hermoso chico a sólo unos pasos de él.

Kim SeokJin a pesar de percatarse de la presencia del moreno, no se inmutó en lo más mínimo, después de todo le daba exactamente igual que estuviera ahí, o eso intentaba aparentar. Porque la verdad es que era una tarea laboriosa ignorar esa penetrante mirada que NamJoon le dedicaba, como si se estuviera devorando su imagen semidesnuda con sus ojos. Este último trató de reorganizar sus ideas, de formular las preguntas necesarias, pero le era imposible hacer de la vista gorda a la erótica existencia de ese hermoso chico que alguna vez había amado desesperadamente, y que ahora estaba allí sin vergüenza en su sistema.

—¿P-por qué estás en mi habitación? —inquirió en un hilo de voz completamente tembloroso, que le sorprendió incluso a él mismo, ya que hasta ese momento salía a la luz cuanto le había afectado a su cerebro ver esa imagen sumamente sensual de SeokJin.

—Quería darle mi virginidad a Min YoonGi, pero ese idiota me rechazó... Dijiste que sería más fácil con él, pero parece que estabas muy equivocado —explicó desanimado, ni siquiera se molestó en darle una mirada, el peli-negro prefirió encogerse aún más en la cama, con la vista en esa estúpida pared y NamJoon al escuchar semejante confesión frunció el ceño, porque lastimosamente estaba de pie ante un hecho mucho más perturbador que instantáneamente lo puso en guardia.

*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora