*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *

XXVI

Ninguno había podido abrir la boca en todo el trayecto en el que permanecieron encerrados en el auto, de camino al restaurante The East donde una habitación privada les esperaba; para almorzar como celebración por la ansiada graduación. Ya que habían hecho una reservación especial con mucho tiempo de anticipación, y Hee estaba convencido de que quizás aquel era el lugar ideal para hablar de todo lo que había ocurrido en su descuido, un asunto tan confuso que, a decir verdad, lo tenía sumergido en una profunda furia, que lograba percibirse en el ambiente.

YoonGi mantenía su ceño fruncido, mientras observaba por la ventana, Jimin estaba al otro extremo en los puestos de atrás, llorando en silencio, y NeulSeok sólo se limitaba a permanecer de brazos cruzados en el asiento del copiloto, intentando aparentar tranquilidad, cuando en su interior no podía dejar de pensar en las cosas que podía llegar a hacer su esposo; ahora que sabía que sus hijos estaban en una relación sumamente extraña.

En esos instantes, se arrepentía con creces de haber mantenido su boca cerrada durante tanto tiempo, pero lastimosamente sabía que las cosas se pondrían muy serias cuando Min Hee lo supiera todo, tal y como YoonGi se lo había soltado de sopetón semanas atrás, quizás estaría tan decepcionado que los obligaría a separarse; incluso su matrimonio podría llegar a acabarse. Por lo tanto, ahora que este lo sabía por un mensaje misterioso, que al parecer les había llegado a todos sus conocidos, y estudiantes del instituto Kim. NeulSeok estaba al borde de un colapso, aun cuando fingiera tan bien estar en calma.

Todo lo contrario, a su marido, el cual echaba chispas por sus ojos, y apresaba con tanta fuerza el volante entre sus manos, que sólo verlo le hacía estremecer aterrorizada. Era la primera vez en mucho tiempo que lo notaba tan enojado, por lo que estaba segura de que este reprendería a YoonGi de una forma severa, y no se equivocó en lo más mínimo en sus deducciones.

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Cuando la hermosa camarera que los atendió, cerró la puerta para dejarlos solos en esa habitación elegante, con una mesa llena de comida, y decorada exquisitamente; NeulSeok tomó su copa con agua y bebió un largo trago de esta, esperando con los nervios a flor de piel a que la ansiada charla diera inicio. No obstante, Hee estaba respirando de forma lenta y pausada, sentado a su lado. Quizás controlando sus deseos fervientes de saltar a moler a golpes a su hijo mayor, quien sentado inexpresivo frente a él y con sus brazos cruzados frente al pecho, aparentaba estar fresco como una lechuga.

Al lado del pálido se encontraba Jimin, el cual mordía su labio inferior y jugaba con sus dedos; angustiado por el sepulcral silencio de su padre. Luego de extensos minutos en silencio, Hee atinó a preguntar con un palpable enojo en su tono de voz:

—¡¿Qué se supone que está sucediendo entre ustedes dos?!

—Somos pareja —respondió YoonGi sin la más mínima vergüenza, dejando a Jimin completamente petrificado en su asiento.

El menor sintió su corazón revolotear acelerado en su pecho, un tanto por el miedo a la reacción de su padre, y otra parte por lo conmovido que se sentía ante la sinceridad de YoonGi al decir aquello.

—¡¿Qué crees que haces con una persona que es de tu misma sangre?! ¡Es tu hermano menor, no puedes estar en una relación amorosa con él! ¡Eres un imbécil! ¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Min YoonGi?! —gruñó Hee completamente sumido en el enojo, poniéndose en pie de un salto y golpeando con sus puños la mesa; provocando con ello que los platos y las copas repletas de líquido se estremecieran violentamente. Su rostro estaba rojo ante la cantidad de emociones que lo embargaban, y observándolos de hito en hito dijo entre dientes—: ¡¿En que estaban pensando ustedes dos al hacernos esto?! ¡Me avergüenzan! ¡Acaban de proporcionarnos la peor humillación que ha sufrido la familia Min en años! ¡Ahora seremos el hazme reír de toda una ciudad! ¡Es probable que pierda negocios por culpa de ustedes dos!