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NamJoon comía en una mesa alejada del bullicio de los demás estudiantes en medio de la cafetería, no parecía estar en sus cinco sentidos, ya que no había probado bocado de nada de lo que tenía en su plato, se mantenía con la vista en algún lugar lejano de la estancia como si algo le atormentase los pensamientos.

Hoseok por otro lado estaba leyendo un libro de alemán, que sinceramente para nada servía en las clases de instituto, pero el chico dominaba el idioma y estaba seguro de que le sería útil cuando fuera el proclamado sucesor de la empresa de su padre.

El peli-rojo a decir verdad disfrutaba del rotundo silencio que los envolvía, eso le permitía comer su hamburguesa con una sonrisa de oreja a oreja, dado que no tenía que detenerse a comentar cosas o responder preguntas. Era el ambiente perfecto para hacerlo sumamente dichoso.

De igual modo, YoonGi revisaba su celular, mientras de tanto en tanto se llevaba bocados de espaguetis de pollo que se devoraba en cuestión de segundos. El ambiente a su alrededor era ameno, gratificante, tranquilo y no era necesario una charla, de esa forma se sentían bastante cómodos.

No obstante, como era de esperarse, NamJoon quebró ese silencio de repente:

—¿Por qué creen que tendría alguien vendas en sus muñecas? — preguntó con su mirada vacía.

YoonGi sintió como la comida se le estancaba en la garganta, al escuchar esas palabras, percatándose instantemente que el estado deprimente de NamJoon era por Jimin. Tomó un largo trago de su gaseosa, sin podérselo creer. ¿Por qué el moreno se preocupaba tanto por él? ¿Sería posible que NamJoon estuviera realmente interesado en su hermano? Quería cuestionarlo, más las palabras no salieron como tanto deseaba.

—Quizás se lastimó haciendo deporte, ¿no crees? —farfulló Hoseok acomodando sus lentes para ver mejor las letras diminutas que el libro traía.

—Podría ser posible... —aprobó con una sonrisa que iluminó su rostro, al parecer escuchar esas palabras por parte de su amigo le había aliviado sobre manera, así que en cuestión de segundos regresó a su estado anímico habitual—. ¿No crees deberías estar leyendo algo de ética y filosofía en vez de esos libros? —ronroneó con una sonrisa socarrona que hizo fruncir el ceño a Hoseok.

—Las clases de ética no me van a servir de nada cuando este en la universidad.

—No es que sea útil o no, es el hecho de que volverás a perder la materia este semestre si no te concentras en ello.

—Trataré de seguir tu consejo cuando me sienta con ganas —le aseguró para quitárselo de encima.

No era como si Hoseok odiase la materia del todo, pero a veces sentía que era una pérdida de tiempo cuando podía invertir eso en cosas muchísimo más importantes.

YoonGi, quien no se había molestado en despegar sus labios para absolutamente nada desde que había tomado asiento junto a ellos, se llevó a la boca un par de papas fritas después de escuchar como NamJoon continuaba hablando sin parar sobre un videojuego de terror que había comprado desde el extranjero, lo escuchaba con cierto aburrimiento, después de todo discutir sobre aquel tema, no era del todo de su agrado en esos instantes.

Sin poderlo evitar, paseó sus ojos por todo el lugar, deteniéndose por mera casualidad en el cuerpo de Jimin, este caminaba temeroso con su bandeja del almuerzo entre sus pequeñas manos, pudo ver fácilmente como Jin, que pasaba por exactamente el mismo camino de su hermano junto con sus esclavos a las espaldas, le metió una rápida zancadilla, haciéndolo caer de bruces frente a todo el mundo, regando por el suelo el montón de comida y en eso un poco de verduras se estrellaron contra el cuerpo del peli-negro ensuciando sus ropas.

*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora