*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *

XXV

Jimin fue dado de alta unos días después de mantener estricto reposo, días en los que no pudo dejar de pensar en tantas cosas que carcomían su cabeza. Las visitas de Hoseok, NamJoon, YoonGi y del profesor Kim TaeHyung no faltaron en absoluto en toda su estancia en ese aburrido hospital; incluso varios de sus compañeros de clase enviaron cartas y ramos de flores, deseándole una pronta recuperación de su desafortunado accidente resbalando por las escaleras, en el que había terminado con varias fisuras en sus costillas, junto con moretones y problemas para caminar sin apoyo.

Una completa mentira que el profesor Kim junto con su hermano mayor habían inventado perfectamente, con las intenciones de encubrir su aborto de las autoridades institucionales, con el fin de que no terminase siendo expulsado o suspendido del colegio.

Con la ayuda de YoonGi y su madre, logró andar hasta la salida de ese edificio repleto de malos recuerdos. NeulSeok, según su hermano no sabía nada al respecto de su perdida, le habían engañado con la misma falsa historia. No obstante, algo muy en su interior cada vez que esta lo observaba, sentía que le decía muchas cosas sin abrir la boca, cosas que no lograba comprender del todo y que tampoco se esforzó en averiguar.

Los tres se dirigieron de regreso a su hogar en el BMW blanco de su padre, ese que le había prestado a su hermano mayor mientras él estaba ocupado con sus negocios, como cosa rara. El ambiente era realmente incómodo y cargado de un silencio que el menor, ni ninguno en ese lugar deseaba romper, por lo que el viaje para Jimin consistió en dejar que sus ojos se clavaran en la ventana, divisando el paisaje que lo hacía sentir más vacío y pequeño con cada kilómetro que avanzaban.

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Las semanas que siguieron fueron sin lugar a duda espantosas, en especial para el mayor de los hermanos Min, ya que Jimin estaba sumergido en una depresión de la que no lo lograba sacar. Este a pesar de fingir que todo estaba de maravilla cuando había gente a su alrededor, no era suficiente como para convencer ni a su madre, ni mucho menos a YoonGi.

El menor podía durar horas, acostado en la cama envuelto en las sabanas observado el techo o simplemente admirando la pared de su habitación, con la mente en blanco, a veces lloraba en silencio y otras veces simplemente se limitaba a respirar; dado que no tenía la fuerza de siquiera levantarse de allí. Comer era toda una travesía, porque no presentaba ni el más mínimo atisbo de apetito, pero su madre la cual por primera vez se la pasaba en casa vigilando su estado, y YoonGi con quien se turnaba para cuidarlo, lo obligaban a comer así fuera una porción diminuta de pan, y desafortunadamente no tenía más opción que obedecer.

Dormir era igual de complicado, pero sumamente aterrador, ya que tenía pesadillas difusas, y a veces muy vividas, que lo hacían despertarse sobresaltado, sudando y no podía hacer más que romper a llorar; para luego sobrecogerse con la idea de cerrar los ojos, por lo que unas ojeras descomunales se posaban bajo sus ojos gracias al insomnio.

Ir a clases y ver la cara de SeokJin fue tan difícil y monstruoso, que su única opción viable fue cambiar de asiento con otro compañero para no sentirse tan trastornado con la presencia del peli-negro, el sólo verlo le recordaba lo que tanto ansiaba olvidar. A fin de cuentas, el año escolar estaba por terminar, y si tenía suerte el siguiente, estaría en otra clase diferente a la de SeokJin; quien como era de suponerse también se empeñaba con todas sus fuerzas de ignorar a Jimin. Este trataba de hacer como si sólo estuviera pintado en la pared, mientras sobrevivía al montón de pesadez que lo dominaba, por una vez en su corta vida pensó en disculparse por lo sucedido, pero luego de percatarse de que con ello NamJoon no regresaría, simplemente lo olvidaba tan pronto como se le ocurría.

A decir verdad, para el menor vivir esos últimos días de abril, fueron completamente una tortura, que parecía no tener un maldito fin. Uno en el que trataba de subsistir sin mucho éxito.