*SADIQUE: PAINFUL PLEASURE * [YOONMIN] * MPREG *

XVIII

Jimin había logrado con dificultad escapar de la vista de SeokJin, le había mentido sobre sentirse muy mal como para soportar continuar de esa manera, así que le había pedido que lo dejara marchar a comprar algo para aliviar su dolor y aunque su amigo se ofreció a acompañarlo; él se negó rotundamente dejando al peli-negro bastante confundido. Sin embargo, este lo dejo ser a su antojo. Permitiéndole finalmente alejarse a prisa de ese pasillo lleno de tiendas con olor a ropa nueva que comenzaba a revolverle el estómago.

Ando con pasos apresurados por las calles cercanas hasta que encontró una farmacia, y con una vergüenza abismal le susurró con voz temblorosa a la señora que atendía que por favor le vendiera una prueba de embarazo, y la mirada cargada de decepción que la mujer le dedicó fue suficiente para hacerlo sentir mucho peor.

Tras pagar a la mujer que lo juzgaba en silencio, Jimin escondió la bolsa con la caja de la prueba entre su chaqueta, y a zancadas ando de regreso al centro comercial. Observó en todas las direcciones previniendo que SeokJin no estuviera por los alrededores y con sumo sigilo; se metió en el primer baño que vio, para acto seguido encerrarse en el cubículo más alejado de la estancia.

Con sus manos temblorosas leyó el papel que explicaba todo lo que debía de hacer paso por paso y simplemente lo hizo, pero no tuvo la valentía suficiente para ver el resultado así que con sus manos sudando a borbotones apresó la prueba y ando de un lado a otro fuera del cubículo. Respiraba profundamente, contaba de uno a cien, pero no funcionaba, su terror era arrollador, no estaba listo para ver si era cierto que estaba esperando un hijo se YoonGi.

Así que, tras cinco minutos de esa forma, no tuvo más opción que arriesgarse a saber los resultados, dejó la prueba con sumo cuidado en el mesón de mármol de los lavamanos, cerró los ojos antes de que pudiese ver algo. Sus manos cayeron a sus costados, y esperó a sentirse preparado para asimilar lo que sea que estuviera en esa prueba.

—Los abres, y solo habrá una rayita, solo habrá una rayita roja, Jimin. Solo habrá una —se susurraba a si mismo intentando convencerse sin éxito alguno, y finalmente soltando un largo suspiro; abrió sus ojos de golpe encontrándose con lo que menos necesitaba en esos instantes.

Divisó dos líneas rojas en aquel diminuto artefacto blanco. Sintió sus piernas temblando a punto de ceder a su peso, y su respiración escaparse de sus pulmones a una velocidad abrumadora. ¡Eso no podía estarle sucediendo! ¿Qué demonios iba a hacer ahora? ¿Cómo le iba a decir a sus padres que su querido hijo de quince años estaba esperando un bebé de su hermano mayor? ¿Qué le iba a decir a YoonGi? ¿Qué clase de bebé podría tener con una persona con la que compartía la mitad de su genética?

Tras botar la prueba a la basura con el pánico aun corriendo por sus venas, sacó su celular del bolsillo de su chaqueta y comenzó a investigar. ¿Al menos había alguien que tuviera un caso similar? Con sus dedos temblorosos encontró miles de resultados, una pareja en España de hermanos biológicos, que habían tenido dos hijos completamente sanos. Otra pareja, pero de medio hermanos por parte de su padre que esperaban un hijo, y entonces encontró las posibles complicaciones que acarrearía tener un hijo de YoonGi.

Malformaciones genéticas, enfermedades y sencillamente entendió que, si quería tener ese bebé tendría que hacerse una prueba de compatibilidad con YoonGi para descartar cualquier problema genético. Estaba entre la espada y la pared, no tenía la capacidad suficiente como para abortar, pero tampoco quería dar a luz a un bebé enfermo que llegaría a sufrir al mundo.

No obstante, por el momento se limitaría a buscar la manera adecuada de mencionarle todo a su hermano mayor.

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Hoseok estaba bastante frustrado, su primera cita con TaeHyung meses atrás, había sido un completo desastre sin lugar a duda. Y a pesar de que había planeado todo detalladamente por días, nada salió como esperaba.