N. Yuu.
Un beso tras otro que nos condujeron a un hotel cercano. Subimos a una habitación. Idiota, lo odiaba por tratarme como si fuera cualquiera... Lo odiaba porque en el momento eso me excitaba.
Además, yo no significaba algo para él.
Entramos a la oscura habitación, sin dejar los besos y las risas, como embriagados, más sólo estábamos bajo el efecto de esperar tener una noche de placer con un perfecto desconocido.
Él, cabello entre marrón con un tono naranja, muy peculiar. Pude ver sus seductores ojos, rojo-anaranjado, y su piel desprendía un brillo que no daba esa impresión pálida mal cuidada, sabia como atraer a un hombre.
Dentro de poco tiempo, caímos entre besos y caricias sobre la cama, él sobre mi, quitándose rápidamente la camisa dejándome ver ese cuerpo esculpido por los dioses...
- Quítate eso ya... - dijo sentado encima tratando de quitarme el enorme abrigo que traía...
- E... Espera...
- Jumm - hizo un puchero - no me digas que te arrepen... - lo quite de encima mío y comencé a quitarme lentamente el estorboso abrigo que impedía que el traje saliera a la vista.
Probablemente que un niño vistiera algo así le impacto mucho, pues su cara mostraba impresión, que poco a poco fue cambiando a pura perversión.
- Creí que era mi obligación darte algo de placer, ¿Me quieres provocar?
Únicamente pude sonreír como respuesta, lo tomé del cuello con ambas manos y lo jale hacia la cama besándolo apasionadamente. Lamía la comisura de sus labios delineando cada parte, quedándome con ese sabor a deseo que en ellos había encontrado.
Pronto devorábamos la piel ajena sin ninguna clase de piedad.
Los gemidos salían de ambas bocas, su enorme miembro invadía mi entrada una y otra vez, haciéndome quedar vulnerable a toda clase de caricia fingida, comprada, que por un momento, me hizo tocar el cielo, llegar al éxtasis... Tocó tantas veces ese punto maravilloso que hacia que mi cuerpo vibrara en corrientes eléctricas. Nada igual que el sexo.
...
- Eres tan... Adorable... - Decía mientras fumaba un cigarrillo, yo abrazado a sus piernas - No me imagine que alguien con apariencia tan inocente pudiera ser una completa bestia en la cama... De todo se puede encontrar...
- Verás, mi querido...
- Kurt.
- ¿Kurt?
- Sí
- Bien, Kurt, te puedes encontrar de todo en este mundo basura... Por ejemplo tu, cara de ángel, esculpido en mármol - sonrió - eres un completo imbécil, un demonio vestido de oveja y, además, un violador, pero fuiste dotado de un miembro del tamaño de...
- Hey, hey... Yo soy un amor de persona, mi querido...
- Yuu.
- Hasta tu nombre es adorable - me pasó el cigarro.
- ¿Eso crees?
- Sí, lo eres.
- Bien... Espera a que conozcas a mi "novio" - se hecho a reír a carcajadas.
- ¡Un bello gatito infiel! ¿Cuantos hijos tienes, Yuu? - aventé la colilla de cigarro y volví a besarlo apasionadamente, introduciendo mi lengua a su boca.
- Me gustan los niñitos malos como tu... - dijo mientras me tocaba el trasero.
- Maldito pervertido...
