Ojos color miel, sin palabras, eras unico.
Queria dedicar mi vida a ti.
Pasaba mis tardes en el mismo parque de siempre cuidando de ti, te platicaba las cosas que me sucedian a diario como si fueras un niño pequeño. Mi niño pequeño.
Realmente llego un momento en el que solo esperaba la parte del dia en que podia ir a verte, y no habian palabras para describir la felicidad que sentia dentro de mi viendote, escuchando tu hermosa risa. Pasaba el resto de mi dia pensando en que podia seguir haciendo para ayudarte.
Era maravilloso estar contigo.
Gracias a los dias que pasamos juntos, hiciste que me preguntara muchas cosas, porque yo sabia que ya habia escuchado de alguien como tu, solo que no lograba recordarlo, asi que decidi invertigar.
Recuerdo que busque por internet todas las cosas que hacias y todo lo que ya habia notado en ti... todo lo que encontre me hizo recordar mi pasado.
Cuando era un niño muy pequeño, vivia cerca de la casa de mis abuelos. Los queria mucho y me encantaba ir a visitarlos.
Con ellos vivian mis tios, los cuales tenian dos hijos, pero yo solo convivia con uno con el que me llevaba muy bien. Aunque, habia algo que notaba, siendo el menor yo tenia toda la atencion en la casa, pero habia alguien que no me hacia caso... o mas bien, no me dejaban estar cerca de el.
En ese entonces su comportamiento para mi era raro, pero ahora entiendo que mi primo era diferente, aun asi, yo solo lo podia ver de lejos, y queria conocerlo mas.
Me hubiera gustado tener la oportunidad de tenerlo mas cerca, convivir con el, pero con el paso del tiempo me separe de mi familia y no se que fue de el.
Ahora teniendo esa joya de persona a mi lado, a ese tesoro por cuidar, y a la vez siendo gran misterio, no me podia rendir por nada, haria todo lo posible por hacerle saber que no estaba solo.
Dejando mis pensamientos por un segundo, recorde que se acercaba la hora en que el se iba a casa, asi que decidi poner en marcha mi plan de acompañarlo por vez primera. Algun dia tenia que conocer a sus familiares y ese dia llegaria ya.
El se levanto y se fue, asi que yo lo segui un poco de lejos, en realidad no sabia si esconderme o no, ya que no sabia que diria de mi si llegaba hablandole o junto de el, ¿Pensarian mal?
Algo asi como a los quince minutos de caminar decidi arriesgarme e ir a su lado, se veria peor ir siguiendo a escodidas a un muchacho autista que ir hablandole... ¿No?...
Tal vez mala desicion. Al llegar a la puerta de una casa, estaba una persona que se me hacia extrañamente familiar... ¿No la habia visto en el parq...?
Antes de que pudiera pensar siquiera, senti una mano extendida golpeando mi rostro...
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Otro cap n.n perdon por lo corto... no soy de muchas palabras