Una nueva aventura, los dos juntos.

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-¡Link! -dirigí mi mirada a la izquierda, donde una cansada reina llegaba con libros en sus brazos. La ayudé a cogerlos y colocarlos en la mesa principal de la biblioteca. -Mi amor, estos libros llegaron con unos carteros, se trata de los diarios de Mipha, Revali, Daruk y Urbosa. En la cartera venía un papel de Impa. 
-¿Y que decía en ella? -pasé mis dedos por las tapas de aquellos libros, que extrañamente me transmitían mucha calidez. 
-Que por favor siguieras con un último desafío, el desafío impuesto por la diosa Hylia. Primero, deberás ir al santuario de la vida, allí comenzarás.
-Esta bien, mañana en la mañana tendré todo listo para ir. Pero tu te quedas. 
-No, yo quiero ir.
-Es un desafío para mi, sé que si vienes vas a tener que estar dando vueltas por ahí conmigo. -dije acariciando sus pálidas manos.

No fui capaz de convencerla, y por la noche la escuché levantarse de nuestra cama. Pude ver en la oscuridad de la alcoba, que sacó su antiguo traje de salir de aventuras. Sus ojos se llenaron de ilusión y regresó a la cama pensando que yo aún dormía.
La mañana no se hizo esperar, Impa llegó junto con Prunia para hacer nuestros deberes reales en forma de ayuda.
-Espero que no te arrepientas. -nos fundimos en un cálido beso para después  teletransportarnos a el santuario donde desperté. El lugar estaba cubierto de más niebla de la normal, y pude notar el estremecimiento que le dio a Zelda. -Empecemos entonces. -puse la piedra Sheikah en el pedestal y una voz se hizo presente.

-Las ubicaciones pertinentes se encuentran en el mapa de la piedra guía. -a mi derecha se situó un arma con forma de tridente. -Empuña el arma para comenzar la prueba.  -así lo hice, nada más cogerla sentí toda mi energía drenarse y salir de mi cuerpo, quedándome agotado en un solo segundo. 
-Link, ¿que te ha pasado? -mi mujer me tomó por los hombros con clara preocupación.
-Mi nombre es Makkosh. Héroe que deseáis aprender a controlar bestias divinas. Escuchad con atención. Emprender este reto requiere un gran compromiso. Ese arma derrota a los enemigos de un solo golpe, mas su portador desfallecerá si recibe algún daño. Debéis también tener en cuenta que el arma pierde su brillo y su poder tras dos usos. Sed paciente, pues recuperará su resplandor pasado un tiempo y podréis usar su poder de nuevo. Ahora, debéis ir a los cuatro sitios señalados en la meseta. Deberéis acabar con todos los monstruos allí presentes para demostrar  vuestra valía. Si no estáis de acuerdo con este reto, abandonad la meseta. El arma volverá a su sitio y la prueba finalizará. 
-Link, ¿estás seguro de esto? Aunque hayas entrenado todo este tiempo es muy arriesgado. -Zelda miró el arma con sumo miedo. 
-Lo haré, se de lo que soy capaz. -Leí en la piedra Sheikah que el arma llevaba por nombre "aniquilador divino". -Empecemos, iremos al bosque de los espíritus. Cuando te creas en peligro, no dudes en retirarte y dejármelo a mi. -ella portaba el arco de luz que me dejó en la batalla contra Ganon. Asintió. Me acerqué a ella guardando el arma, atrapé su pequeña cintura con mis brazos y besé sus labios con tranquilidad. 

Aquí empezó una nueva aventura, que parecía la más difícil de todas, junto con Zelda. 

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Bien, como dije en el último capítulo hace un tiempo, escribiré los sucesos del DLC. A diferencia del real, aquí estará Zelda. Ella ayudará a Link en todo lo posible y descubrirán juntos la razón de este nuevo reto.
Espero que os entretenga y guste. Cuando termine de relatar todo el DLC este fanfic terminará finalmente. 
Por cierto, muchas gracias por los 3k de leídas, me congratula ver que os gusta este fanfic y me hace muy feliz ver como sube como la espuma. 
Saludos y besos. 

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐭𝐞𝐬 • (𝑻𝒍𝒐𝒛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora