¿Mujer?

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De vuelta a la tierra de los Goron,  me dieron el mandoble de Daruk,  era pesado y me costaba sostenerlo,  pero se veía terriblemente doloroso para los enemigos.
Ahora me tocaba ir con las gerudo,  y aunque mi mente ya estaba planeando como entrar sin que me descubrieran,  nunca llegué a imaginar que me tendría que vestir de mujer. 

Flashback
Llegué al desierto por la noche,  no pude pasar con Epona porque no quería moverse y había un buen trecho hasta el suelo. Hacía mucho frío,  los dientes me castañeaban y aunque trataba de darme un poco de calor frotando mis brazos,  no era capaz de calentarme.  Ví a lo lejos como un oasis,  desde aquí podía visualizar el agua cristalina y unas cuantas tiendas llevadas por mujeres Gerudo. Corrí hacia allí y decidí dormir hasta por la mañana para poder planear mi entrada a la ciudadela.
A la mañana siguente le compraba una sandía a una gerudo para poder soportar un poco el calor que se avecinaba cuando escuché un murmullo de hombres hablando de la entrada de un señor al hogar de las gerudo,  bueno,  si él pudo supongo que no será tan difícil.  No sabían donde habia ido aquel sujeto pero estaba claro que lo tendría que buscar.  Comencé a moverme cuando una luz amarilla llamó mi atención,  ¿un recuerdo?

Recuerdo
En el recuerdo la princesa había desaparecido de mi vista,  como no, sus caprichos habían ganado.  Anduve por un corto tiempo cuando escuché un chillido tembloroso,  la princesa.  Corrí todo lo que mis piernas me permitían y llegué a tiempo para dejar inconsciente a un Yiga.  Levanté la espada en posición de ataque ante los otros dos que salieron corriendo. 
Me giré y miré con reproche a la princesa,  sus ojos estaban llenos de lágrimas mientras la expresión de asombro no salía de ella.  Se levantó y sentí sus brazos rodearme mientras me agradecía una y mil veces. 
-Perdóname, no me volveré a ir corriendo. 
Fin del recuerdo

Bueno,  al menos ese recuerdo no era tan malo. La princesa me empezó a tomar cariño desde ese momento,  quizás sólo me tomaba como una amenaza. 
Moviendo la cabeza y guardando la sandía,  subí unas escaleras casi inconscientemente,  allí se encontraba... ¿Un hombre?  ¿Una mujer?  No lo sé,  pero me acerqué y posé mi mano en su hombro,  bastante áspero como para ser una señorita. 
-Hola guapo,  ¿Querías algo? -que mal disimula,  sin duda es el hombre que se coló en la ciudadela,  pero si no le sigo la situación,  no me ayudará. 
-Hola,  estas muy guapa. -por dentro me sentía estúpido. 
-Oh,  estas ropas son las tradicionales de las gerudo,  ¿quieres unas? -oh no no no,  eso ni hablar... Suspiré,  todo sea por Hyrule.
- Sí,  por favor.
-Te dejaré muy guapo. - ojalá la princesa no me vea nunca con estas pintas,  estaba ridículo,  el traje era azul verdoso.  Traía un pantalón y una pechera del mismo color con toques dorados,  mi boca fue tapada por un velo.  -¡oh!  Que mono,  cualquiera diría que eres una preciosa chica.  Bueno guapo,  me alegro haber podido ayudarte.  -un viento levantó su velo y pude ver fácilmente su barba blanca,  golpeé mi frente suavemente,  ¿que clase de persona es tan poco precavida? 
Me despedí de el y ahora si,  estoy listo. 
Fin flashback

Gracias a este traje pude entrar a la ciudadela sin problemas,  pero aún me sentía incómodo y ridículo.

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐭𝐞𝐬 • (𝑻𝒍𝒐𝒛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora