𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐭𝐞𝐬 • (𝑻𝒍𝒐𝒛)

El Orgulloso Orni y bestia divina.

Durante todo el camino sentía susurros en mi oído, susurros apenas audibles que me alentaban.El camino se fue haciendo mas difícil y tuve que cambiar mis ropajes. La piedra Sheikah me indicaba que esa zona de entrenamiento la tenía a pocos metros y me pregunté seriamente que me iba a encontrar. Todos esos pensamientos se esfumaron al ver en la distancia a un Orni de plumajes blancos y un arco en su ala izquierda. Me acerqué decidido.

-¿Quien eres? No me molestes, estoy ocupado -dijo este estirando una cuerda
-Vengo a ayudarte.
-Me miró sin un ápice de sorpresa- ¿De qué?
-La bestia divina
-Ya veo, el alcalde siempre contando nuestras penurias a desconocidos... -soltó un suspiro cansado- está bien, puedes ayudarme, solo si rompes 10 dianas con el arco en 30 segundos.
-Si tu lo dices... -me trasladé a la plataforma y esperé al llamado.  En cuanto comenzó la cuenta atras me tiré de la plataforma sin pararme a pensar mucho,  comencé a romper dianas rápidamente sintiendo que cada vez que tiraba una flecha el tiempo se congelaba.  Terminé en 15 segundos,  el orni me llamó maravillado y fui con el.
-wow muchaho,  quien lo diría,  cada vez que lanzas una flecha es como...  Si el tiempo se paralizara,  que maravilla.  Se nota que has tenido tus buenas batallas,  joven.  -asentí con la cabeza que ahora mismo estaba dando vueltas.- dime chico,  ¿porqué quieres ayudarnos? -... Buena pregunta,  aparte de que la princesa cuenta conmigo...  No tengo nada mas por lo que luchar,  estoy completamente solo. -responde joven
-verá... Lo hago por todos los hylianos y razas incluidas en Hyrule...  -pose mi mano tras mi nuca deseando que se dejara de preguntar.
-Bien,  en ese caso,  coge el arco que hay en esa cabaña y quédatelo junto con las flechas bombas.  El frío en tales alturas es terrorífico y puedes morir sin llevar el equipo adecuado.  ¿Estas preparado?
-Sí- o eso creo...

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En cierto modo,  el orni tenía razon,  el aire chocaba gélido contra las partes desprotegidas de mi cuerpo,  tales como cara y manos.  Teba volaba a una velocidad impresionante,  era muy veloz,  y parecia que su enojo hacia mi persona habia desaparecido para dar lugar a la aceptación.
La bestia divina se divisaba a poco metros y rápidamente fue recubierto por una capa rosa.
-se está protegiendo,  lo trataré de distraer mientras tu le lanzas las flehas bombas,  ¿de acuerdo,  Link? 
-si. -con las manos levemente temblorosas por el horrible clima,  saqué aquel maravilloso arco junto con flehas bomba. 
-Bien, ¿estas listo?  -en cuanto mi cabeza se inclinó un poco salté sin temor hacia la bestia,  con ayuda de la paravela me iba acercando y lanzando flechas bombas.  En ningún momento Teba me llamó y yo a el tampoco,  por lo que supuse que todo estaba bien. Pero al acabar,  estaba quejandose de una pata que sangraba levemente.  -uno de sus disparos me ha dado de pleno,  Link,  no puedo ayudarte. Iré al poblado no te preocupes por mi, todo saldrá bien. -sus largas plumas hicieron un gesto de apoyo.  Le Sonreí y sobrevolé la bestia divina,  ¿con que me vendras ahora Revali?