Desafío de Daruk (I)

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Tras conocer un poco más a Revali y descifrar sus tres desafíos decidieron que era hora de ir a la ciudad de los Goron, para esta vez, hacer los desafíos de Daruk.  Ambos se encaminaron por el sendero que los llevaría a Ciudad Goron. Vieron en la lejanía al alcalde que los recibió con vigorosidad y dolores de espalda. 

-¿Un diario? Me parece que vi uno hace unos días. Seguramente lo tenga Yunobo, se emocionó mucho al verlo. -señalo hacia el goron que se encontraba en lo alto de un puente. -hablad con el. Gustosamente Yunobo les entregó el diario, que no tardaron en leer. 

Nota 1: 
He decidido que a partir de hoy voy a escribir un diario para anotar todo lo que se me venga a la mente. En la vida de un goron no suele haber sobresaltos, pero escribiré sobre las pequeñas cosas del día a día. ¿Qué puedo poner hoy? Ah, ya sé: ¡en la Montaña de la muerte he comido un rocodillo goroasado de rechupete! 

-La comida era su pasión. -comenzó a recordar Link los días que Daruk lo invitó a comer rocodillos. 

Nota 2: 
He hablado con un viajero hyliano al pie de la montaña. Todo el mundo repite los rumores sobre Ganon, el Cataclismo... Me hizo recordar a los sheikah que hace años vinieron a la Montaña de la Muerte, cuando se desenterró la bestia divina. Según el hyliano, alguien debe aprender a manejar la bestia divina para gorousarla para usarla como arma en la lucha contra Ganon. Ningún goron se había planteado antes que esa antigualla fuera a servir para algo. ¡Ni siquiera se puede comer! A propósito, me muero de hambre... ¡Creo que hoy también cenaré un buen rocodillo!

Nota 3:
Hoy, buscando rocas para el almuerzo, he visto como unos monstruos atacaban a alguien en la ladera de la montaña. Parecía un pobre chico indefenso, así que salí corriendo a toda goropastilla para socorrerlo, pero... ¡Sorpresa! ¡Antes de que llegara, había liquidado a todos los monstruos él solo! ¡Era un goromaestro con la espada! Me quedé tan pasmado que no me di cuenta de que otro monstruo me atacaba por la espalda. ¿Quién iba a pensar que un muchacho hyliano tan endeble salvaría de un aprieto a un goron de mi talla? Seguramente se me quedaría una gorocara de tonto monumental al verlo manejar la espada de esa forma...

-Siempre impresionas a todos cuando usas la espada maestra. Parece ser tu segunda piel. --Zelda pasó sus pálidos y delgados dedos por los cabellos siempre alborotados de su esposo, haciendo que se sonrojase hasta las orejas. 

-Desde niño me sentí atraído por este tipo de lucha. Me encantaba sentarme en los escalones de mi casa y observar a mi padre practicar esta doctrina. Un año después, por mi cumpleaños me entregaron mi primera espada de madera. -Zelda sonrió enternecida, imaginando a un pequeño niño de cabellos dorados.

Nota 4:

El muchacho hyliano se llama Link y no le hace ascos a ningún tipo de comida. Come fruta, verdura o cualquier cosa que le sirva para cocinar, incluso bichos vivos si hace falta. Le ofrecí un rocodillo bien hermoso, ¡y se lo zampó como si nada! No sabía que los de su raza también comiesen rocas. No sólo tenemos en común los gustos culinarios: ¡también tiene una fuerza prodigiosa, como yo! Dice que, cuando se concentra, siente como si el gorotiempo se ralentizara. ¡Me cae bien ese zagal! Además, se puede confiar en él. Hasta podríamos ir a comer juntos por ahí. ¡Creo que vamos a ser buenos colegas! 

-Por lo que veo te tenía mucho aprecio.
-Siempre se comportó como un padre para mi.

Nota 5: 
La princesa de Hyrule ha venido de visita a Ciudad Goron. Me ha preguntado si podría pilotar la bestia divina. ¡Este goron nunca le niega su ayuda a nadie! La princesa se ha alegrado mucho al ver que aceptaba. Cuatro elegidos pilotaremos las bestias divinas, y un espadachín hará frente a Ganon. Junto a la princesa, seremos seis. Parece que los elegidos tenemos edades y procedencias muy diversas. ¡Espero que salgamos juntos a comer o algo! A la princesa ya la invité a rocodillo, pero, por la sonrisa forzada que puso, no estoy goroseguro de si le gustó...

-Link dirigió una mirada a su mujer, sorprendiéndose al verla sonrojada y aguantando su vergüenza. -ni siquiera se como eres capaz de comer rocas. -El héroe dejó escapar una gran carcajada. 

Nota 6:
Ya soy oficialmente uno de los elegidos. En la ceremonia de nombramiento, me dio mucha alegría volver a ver a Link después de tanto tiempo. Por lo que parece, se ha decidido que también sea el caballero que escoltará a la princesa. Al parecer todo se debe a su actuación durante unas pruebas con unos trastos ancestrales. Se ve que cierto mecanismo falló y empezó s lanzar rayos sin control. Pero mi colega Link agarró del suelo una tapa de cacerola y desvió los rayos al punto exacto para detener el caos. Entonces el rey, que no había perdido detalle, ¡lo eligió como escolta sin dudar! ¡No hay otro como mi colega! 

Nota 7: 
Mi cometido será pilotar a Rudania. A diferencia de mis compañeros, me está costando dominarla bien. Le pedí consejo a Link, pero sólo me insistió en que pasara un día entero dentro de ella, recorriéndola sin rumbo. Lo curioso es que le hice caso y, sin darme cuenta, ¡la bestia divina ya hace todo lo que le ordeno! Ahora entiendo que era simple cuestión de practicar. ¡Me imagino cuánto habrá entrenado Link para tener esa habilidad! Voy a tener que invitarlo a un buen bistec de roca para agradecerle la ayuda...

Nota 8:

Mi colega Link se ha convertido en el compañero inseparable de la princesa mientras investiga esas reliquias. A ella se le ve más animada y habladora, así que todo parece ir bien. Parece que, un día mientras comían, ese zagal le confesó a la princesa que hay algo que le inquieta. Y ella, al oírlo, le respondió que siente lo mismo que él. No estoy seguro, pero seguramente estaban hablando de lo que les gusta comer y lo que no. Lo que cual me hace recordar... ¡que escribir este diario me da mucha hambre! 

 

𝐍𝐨 𝐦𝐞 𝐬𝐮𝐞𝐥𝐭𝐞𝐬 • (𝑻𝒍𝒐𝒛)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora