"Capítulo 17"

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Volví a mi casa para comer. Preparé sopa y filetes empanados.

Cuando lo tenía todo hecho y colocado en la mesa, llamaron ala puerta.

Resoplé y fui a abrir.

—No hacía falta que vinieras —dije mirándole.

Suspiró.

—¿Estás bien? —preguntó.

—No tan bien como debería. Iba a comer.

—Yo ya comí.

—Mejor, porque no tenía ganas de cocinar más.

Sonrió y cerró la puerta.

Nos sentamos en la mesa y miré a la televisión.

—¿Y cómo está Alina?

—Se rompió un brazo, contusiones en la cabeza y rasguños. La tienen en coma inducido.

—Enserio, quiero que se recupere.

Suspiré.

—Gracias —dije sincera.

Sonrió y cogió mi mano.

Comimos en silencio.

—¿Te vas a echar una siesta?

Asentí.

—No me quites ese privilegio —reí—. ¿Y Enzo?

—En casa.

—Te lo podrías haber traído.

—Para la próxima.

Subimos a mi habitación y él tuvo que esperar fuera porque me iba a cambiar.

Cuando terminé, entró y me acosté en la cama.

Él se tumbó conmigo y le miré.

Me di la vuelta y acarició mi pelo.

Sonreí.

Cuando estuve apunto de quedarme dormida, pasó un brazo por mi cintura.

(...)

Sonó la alarma y me giré para encontrarme con Lucas mirándome.

—Hola —sonrió.

—Hola —murmuro sonriendo—. ¿Has estado todo el tiempo aquí?

Asintió.

—Te quiero —murmuró.

Sonreí y le abracé.

—Voy a visitar a Alina —me levanté de la cama.

—¿Y mi beso? —hizo un puchero.

Reí. Caminé a cuatro patas para terminar encima de su cuerpo y besarle. Sentí su mano sobre mi cintura.

—¿Quieres venir a verla?

—Sí.

Me levanté de la cama y cogí el móvil. Puse música y sonó Worst In Me de Julia Michaels.

—¿Te vas a cambiar? —se levantó de la cama.

—No, puse música para animarme. Estoy de bajón.

Me cogió de las manos y besó mi frente.

—Va a estar bien, ¿vale?

Asentí. Me coloqué las zapatillas y marchamos para el hospital.

Según llegamos y bajamos, los periodistas se acercaron. Lucas pasó un brazo por mis hombros y caminamos dentro.

—Me cago en las madres que los parió. Los odio mucho —dije mirando a la entrada—. Cuando vine por la mañana, igual. Vinieron a preguntarme, les mandé a la mierda.

Desde que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora