"Capítulo 29" Parte 2

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Entramos a nuestra habitación y suspiró.

Yo me quedé pensando en el caso de que me separara de Lucas.

—¿Qué pasa? —dijo a la misma vez que yo decía el tema que me comía lo dentro—. ¿Qué?

—¿Qué pasaría si yo me separara de ti? ¿Cómo estarías tú y el equipo?

Frunció el ceño.

—¿A qué viene eso ahora?

—No sé. Es una duda que pasó por mi cabeza y ahora no me lo puedo sacar de la cabeza.

Suspiró y nos sentamos en la cama.

—Yo me estaría muriendo por dentro. No tendría ganas de hacer nada. Estaría llorando todos los días. No me movería de mi cama. Pero eso no va a suceder. Porque vamos a estar juntos siempre.

Sonreí y le abracé.

—Te quiero —murmuré separándome.

Sonrió y me besó.

—Me voy a duchar.

Asentí. Entró al baño y suspiré.

Me había resuelto todas las dudas que tenía.

Salió con una toalla a la cintura y me miró sonrió.

Me levanté y le besé.

—¿Tienes algo que hacer?

Negó y me quitó la chaqueta.

Me quitó la ropa lentamente y me dejó caer en la cama.

La temperatura subió hace unos minutos, sentía mis latidos fuertemente y mi respiración fuerte.

—¿Quieres que me quite la toalla? —murmuró acercándose.

Me mordí los labios y asentí.

Se quitó la toalla mientras que miraba su bulto.

Dejó al aire su miembro erecto.

Me besó los labios y gemí cuando lo sentí en mi entrada.

Me torturó bastante, ya que besaba mi vientre, pero no bajaba más.

—Te necesito —jadeé.

—¿Dónde? —susurró mientras paseaba sus manos por mi cintura.

Mordió mi pecho y arqueé la espalda.

Inconscientemente, mi mano voló a mi entrada y comencé a tocarme.

—¿Qué haces? —susurró.

Gemí cuando metí un dedo. Besó mi vagina y sentí otra oleada de calor.

—Te necesito ahora, dentro de mí.

Sentí su miembro en mi vagina y entró lentamente.

A los minutos, terminamos.

Seguro que lo oyeron los demás.

Lucas se giró para mirarme. Puso su mano alrededor de mi cintura.

—No quiero que pienses que no voy a estar contigo para siempre, porque lo voy a estar.

Sonreí y le abracé.

—Yo también te quiero —murmuré—. Sólo era una duda que tenía.

Besó mi cabeza.

Nos vestimos después de darnos una pequeña ducha. Estuvimos en otra habitación, con Griezmann, Gimenez, Moyá...

Desde que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora