—Hoy estoy aquí con Noemi Iñíguez. Nacida y criada en Madrid. ¿Cómo te encuentras?
—Estoy genial conmigo misma, con mis amigos y familia.
—¿Tu trabajo?
—De psicóloga, genial. Y de futbolista, pues genial también. Me encantan los dos trabajos.
—¿Cómo es marcar dos veces cuando debutas, y dar una asistencia?
—Al principio del partido estaba nerviosa. Aunque no saliera. Yo sabía que el Rayo Vallecano era difícil de vencer.
—¿Te gusta el equipo?
Asentí.
—Jugar con el equipo de mi vida. Aparte de que las compañeras son geniales y me siento realmente cómoda.
—Estamos hablando con una colchonera de corazón, ¿no?
Asentí sonriente.
—Sí. Nunca cambiaré de equipo. Es algo que llevo desde pequeñita, y no pienso cambiar.
—Y si no fueras del Atleti, ¿qué otro equipo español serías y por qué?
—Nunca me lo he planteado. Pero sería del Betis, por su afición. Espero que salgan de la racha en la que están.
—¿Un jugador del Betis?
—Joaquín sin duda. Me parece un buen jugador y un hombre divertido y con principios.
—Volvemos al Atleti, ¿es duro ver como baja a la Europa League?
—Claro. Sabíamos que era difícil, pero no sabíamos que íbamos a llegar a estas circunstancias.
Me estuvo preguntando, y la verdad es que me sentí realmente cómoda. No me hacía preguntas incómodas.
—¿Cuántos tatuajes tienes? Y si nos podías explicar un poco.
—Tengo uno en el omóplato —me di la vuelta y se lo enseñé. Volví a mirarle—. Es sobre mi padre, que falleció hace tres años. Después tengo un corazón, que tengo aquí.
Se lo enseñé y sonreí.
—Lo tengo junto a mi mejor amiga. Ella me ha apoyado siempre desde Primaria. Luego tengo el de Lucas —lo enseñé—. Sólo con mirarlo se sabe el significado, ¿no? Le quiero con todo mi corazón.
—¿Cómo describirías tu relación con Lucas?
Me sonrojé.
—Nos queremos mutuamente. Y aunque a lo primero no nos lleváramos tan bien, pues surgió el amor.
—¿Quién te pegó en la cena de aquel día?
—Lucas —murmuré—. Pero eso está olvidado. Vino el día de después a pedirme perdón. Olvidado todo.
—¿Qué pasó en aquella cena?
—Fui niñera de Mía. Entonces hicieron una comida en la nos invitaron a todos los del equipo, y a mí. Vino Lucas y Amelia, su exnovia, y cuando fue el segundo plato, yo ayudé a Erika para llevar los segundos. Entonces le eché sal a los filetes, creo que eran, y puse cuando Amelia se dio cuenta que fui yo, me echó un vaso de agua a la cara. Lucas y yo comenzamos a discutir, pero todo se solucionó.
Daniel rió.
—Estás hecha una bromista.
Reí.
—Seguimos con la polémica más reciente: semidesnudos ante el Benito Villamarín.
Reí.
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Desde que te conocí
FanfictionNoemi. Chica normal, pero con sus problemas cotidianos. Necesita dinero para pagarse el apartamento que tiene de alquiler. Tiene que conseguir un trabajo adicional para pagar su apartamento, para ello, pone un anuncio en Internet. Desde que ahí, c...