Desde que te conocí

"Capítulo 48"

Me levanté con la alarma en bajo, para no despertar a Lucas. Suspiré apagándola. Me lavé la cara para después bajar a la cocina y empezar a preparar el desayuno.

Enzo estaba rodeándome para que le diera comida y le di un trozo de tostada. Sonreí.

Oí pasos por detrás.

—¿Y esto? —rió.

Me giré y me acerqué para abrazarle.

—Feliz cumpleaños —le felicité separándome.

Sonrió y dio un beso suave.

—Gracias —volvió a besarme.

—De nada. Tengo ya el desayuno preparado.

Sonrió y me abrazó mientras íbamos a la mesa para desayunar.

(...)

Volvimos del entrenamiento.

—Antes de que te fueras quisiera darte tu regalo —dije dejando la bolsa en el sofá.

—Vale. Me quedó aquí —sonrió sentándose en el sofá.

Subí arriba, me cambié y cogí su regalo. Eran tres en realidad.

Bajé.

—Bueno, pareces los Reyes Magos —rió. Puse los tres encima de la mesa—. ¿Cuál abro?

Me encogí de hombros sonriente.

Cogió el libro y lo desenvolvió.

—¿Recetas? —me miró con las cejas levantadas.

—Sé lo que te gusta cocinar y es un libro de recetas especial para pastas.

Rió y dejó el libro encima de la mesa. Agarró el siguiente y lo abrió.

—Un par de camisas.

—Vi que tu armario estaba pobre de camisas —reímos.

—Gracias. A ver el último...

Lo abrió y sonrió tierno.

—Supongo que la otra parte es para ti —me miró. Me besó—. Eres la mejor novia del mundo.

Sonreí retomando el beso. Se puso encima de mí y continuó por mi cuello.

—Eres lo mejor que hay en mí —murmuró con la voz ronca.

Paró y me miró.

—Yo también tengo un regalo para ti, por San Valentín.

Me incorporé, sorprendida.

—No me esperaba nada —reí.

—¿No te gusta San Valentín?

—No me importa mucho. ¿Por qué tiene que haber un día específico para demostrar el amor?

Rió.

—Ahora te lo traigo —besó mi frente y se fue arriba. Volvió a bajar y me dio el regalo—. Ábrelo.

Lo cogí nerviosa y lo desenvolvió sin problemas.

Era un cuaderno con una sola página. Esa página, tenía 18 sobres de diferentes colores. Le miré curiosa y empecé a abrir cada sobre.

En cada sobre empezaba de la misma manera: "Te amo por...".

"Te amo por tus risas".

"Te amo por tu simpatía".

"Te amo por tu estilo".

"Te amo por tu cuerpo".

"Te amo por el fútbol que nos regalas".