"Capítulo 21"

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Me duché cuando tuve el vestido elegido y me maquillé. Fui a mi habitación y me puse un protector para mis pechos. No me iba a poner sujetador con los tirantes que tenía, no tenía sentido.

Me puse el vestido. Era color crema o un rosa palo, con zonas brillantes por la zona del profundo escote que tenía y por el vestido y por abajo.

Era de tirantes finos y la espalda estaba totalmente descubierta. Me llegaba por encima de las rodillas.

Suspiré y me puse unos tacones bajos

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Suspiré y me puse unos tacones bajos.

Caminé un poco por el cuarto, para ver si podía andar. Andaba perfectamente.

Le mandé una foto con el vestido puesto. Alina me respondió con las caritas pervertidas. Reí y rodé los ojos.

Miré la hora y estaba apunto de llegar. Me peiné y coloqué un pequeño bolso con todo.

Sonó el timbre y bajé a abrir. Era él.

Menos mal que ya bajaba con todo.

Iba en un traje, que me encantaba.

—Me encanta el traje —sonreí colocándole la pajarita.

—A mí me encanta el vestido —sonrió acariciando mi cintura.

Me acerqué y le besé los labios.

—¿Nos vamos?

Asintió.

Cerré la puerta con llave y salimos al restaurante.

Llegamos a los quince minutos y no esperé a que Lucas me abriera la puerta.

—Me hacía ilusión abrirte la puerta —dijo riendo mientras garraba mi mano.

—Otra vez será —reí.

Entramos al restaurante y Lucas dijo su nombre. Nos llevó a una mesa apartada, para tener intimidad.

—¿Cerveza?

Negué.

—Hoy no quiero perder ningún detalle de esta noche.

Sonrió.

—Entonces, agua —me miró.

Asentí.

El camarero vino y pedimos el agua.

Durante toda la cena, estuvimos hablando de cosas sin importancia y nos echábamos unas carcajadas.

—¿Te gustó la cena? —puso el dinero, se empeñó en pagar él.

—Sí. Me encantó —le cogí la mano.

Entrelazó nuestras manos.

Salimos del restaurante y fuimos a su casa.

Según entramos, bostecé.

—¿Tienes sueño? —preguntó quitándose la chaqueta.

—Sí, pero queda mucha noche por delante —sonreí de lado y dejé el bolso.

Desde que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora