"Capítulo 19"

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Llegamos a su casa y entramos en casa.

—¿Te lo pasaste bien?

Asentí.

—Me hice muchas fotos. Y la verdad es que tu hermano me ha caído bien.

Sonrió.

—Aunque sea del Madrid —reí.

Al final me dio un chapuzón en la piscina, pero no me mojé el pelo.

—Oye, me tengo que ir a mi casa. Mañana como en la casa de mi madre.

—¿Por qué no te quedas?

—No puedo.

Hizo pucheros.

—Lo siento pero no.

Suspiró y asintió. Besó mi frente.

—Gracias por invitarme al cumple, aunque no pegaba mucho.

—Claro que pegas.

Besó mi mejilla.

—Me voy. Buenas noches —besé su mejilla.

Cogí mis cosas y me fui de esa casa para ir a la mía.

Según llegué, le mandé un mensaje a Lucas diciendo que ya estaba en casa.

Me di una ducha corta y después me puse el pijama.

Comí un yogur mientras veía CSI.

Después, le mandé un mensaje a mi madre, de que sí iba a ir mañana a comer. Me dijo que vale y que luego, íbamos a visitar a Alina al hospital.

Le contesté con un vale y recibí un llamada de Erika.

—Hola Erika, ¿qué tal por allí?

Genial, ¿y tú?

—Bien, también. Fui al cumpleaños de Theo.

Ya lo vi en las historias. Oye, tengo una propuesta.

—Dime.

Una amiga mía, en su instituto, necesita un orientador, psicólogo. Les recomendé y les di su número de teléfono. Puede que te llamen el lunes o mañana.

—Erika... —suspiré.

Sí, sé que tú no querías un trabajo en un instituto, pero prueba. Si no te gusta, se lo dices a mi amiga. Ella es profesora allí.

Suspiré.

—Vale. ¿Cómo se llama?

Me dijo el nombre, la dirección y el número, que lo apunté en un post-it, que tenía pegados en la nevera.

—Bien. Si me llaman, pues iré a ver el instituto, sino, no cojo el trabajo.

Tú prueba.

—Vale. Hasta luego, y disfruta allí.

Lo haremos —rió—. ¿Qué tal con Lucas?

—Bien. Vamos ahí, nos queremos, pero no estoy preparada para dar ese salto. Nos conocemos desde mediados de septiembre, y quiero esperar más. Hasta finales de octubre o así.

Venga, eso no te lo crees ni tú.

—Es verdad, quiero esperar hasta finales de octubre. No quiero adelantar acontecimientos.

Rió.

Bien, nos vemos, que tengo que acostar a Mía, que tiene sueño.

—Vale. Hasta luego, Erika, y gracias.

Desde que te conocíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora