Llegó el lunes, y tuve que madrugar.
Me levanté gruñendo. Yo pensaba que cuando iba a acabar los estudios no iba a volver a madrugar.
Hice mis cosas en el baño y fui a la cocina, para preparar el desayuno.
Cuando iba a despertar a mi madre, me di cuenta que estaba en mi nueva casa.
Suspiré y puse música. Sonó Thunder.
Eso me animó un poco.
Después de eso, me duché con agua tibia. Quería despertarme, pero no con agua fría por mi cuerpo.
Fui a mi habitación y me vestí con una camiseta a rayas negras y blancas, horizontales.
Unos jeans negros rotos y unas Converse. Me maquillé y peiné mi pelo.
Cogí un bolso y metí mi dinero y más cosas.
Llamé a Erika, para que me diera la dirección de su casa.
Me dijo que era una urbanización privada y que le iba a avisar al guardia que iba a ir.
Le respondí con un simple vale y salí de casa.
Puse Google Maps para guiarme. Llegué a los veinticinco minutos. Sonaba MegaStar en la radio cuando llegué.
Paré antes de la barrera y se acercó el guardia.
—¿Usted es Noemi? —asentí.
—Erika me dijo que le avisaría a usted para que me dejara pasar.
—Efectivamente. Tendrá que pasar por aquí después para que le dé una identificación.
—Vale.
Me dejó pasar y llegué a su casa sin ningún problema.
Toqué la puerta y me abrió Erika.
—Hola —sonreí—. ¿Estabas haciendo deporte?
Asintió.
—Yo me tomo madrugar como un deporte —reí.
Me dejó pasar.
—Mía sigue dormida, pero las nueve es su hora de despertarse. Y nosotros no estaremos aquí.
—Vale.
—El desayuno está en la cocina, es leche con cereales.
Asentí.
Minutos después, Antoine bajó las escaleras y me saludó con un abrazo.
—¿Qué te pareció lo del sábado? —sonrió.
—Me encantó. Según salí del estadio, empecé a pegar saltitos de alegría.
Rió.
—¿Vendrás esta tarde?
Asentí.
—A las cinco, ¿no? —les miré.
—Sí —respondieron los dos a la vez.
Antoine se fue despidiéndose, al igual que Erika. Ella me dijo la habitación de Mía, por si acaso tengo que subir a cambiarle de ropa o echarle un vistazo.
Me puse a ver la televisión, pero me aburrí. No había nada.
Subí a la habitación de Mía, que dormí relajadamente. Bajé y me puse hablar con Alina.
Oí un llanto y subí rápidamente.
Cogí a Mía en brazos.
Se relajó al instante.
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Desde que te conocí
FanficNoemi. Chica normal, pero con sus problemas cotidianos. Necesita dinero para pagarse el apartamento que tiene de alquiler. Tiene que conseguir un trabajo adicional para pagar su apartamento, para ello, pone un anuncio en Internet. Desde que ahí, c...