Capítulo 1

33.5K 1.1K 123
                                    

¿Quién soy?

Es una pregunta que me vengo haciendo desde hace tres meses.

No me siento la misma. No me siento yo. Siento como si lo único que estuviera haciendo ahora es existir, simplemente no vivo, no estoy viva. Mi cuerpo se ha debilitado, creándome grandes ojeras e incluso he adelgazado.

Por las noches me retuerzo en la cama gritando y llorando. No sé qué es lo que sueño, pero son pesadillas que me impiden dormir.

Aun me duele el pecho de tan solo recordarlo. Me duele el corazón cuando estoy frente al espejo, en el baño, desnuda y a punto de bañarme. Pensar que mi cuerpo fue suyo más de una vez.

Pensar que yo le di todo. ¿Y que recibí yo a cambio?

Mi madre está preocupada por mí, como también lo está Clarisa, Trevor hasta incluso Austin. Lo único que les digo es: “Ya estaré bien”. Pero no sé si alguna vez llegaré a estarlo.

La escuela, que antes era algo muy importante en mi vida. Ahora está en segundo plano, ahora no pienso en eso. Ni si quiera pienso.

Tres malditos meses han pasado y no tengo la más mínima idea de cómo demonios he sobrevivido.  

Estoy hundida dentro de mis sabanas y me pasa la cabeza.  Estoy en posición fetal con los ojos abiertos aunque no veo nada. Oigo como abren la puerta de mi cuarto pero no me molesto en ver.

-¡Christina! Dios. –Fue Clarisa. No respondí. –Sal de ahí vamos a hacer algo.

-No. –Gemí.

-Cómo de que no, llevas tres meses así y ya me harté de esa actitud.

Oí sus pasos en la madera acercarse. Y luego me quitó de golpe las sábanas. La luz me lastimó los ojos y me apreté más.

-¡No! –Grité.

-Qué asco, hueles horrible.

-Bueno, vete y te alejas del olor.

-No, no pienso dejarte así como así.

Me tomó de la parte interna del codo y me jaló por la cama. No tengo la fuerza suficiente para poner resistencia.

Caí de golpe al piso pero aunque no opongo resistencia tampoco cedo.

-Estas muy pesada. –Gimió.

Logró arrastrarme hasta el baño. Cerró la puerta de golpe y me miró con tristeza.

-¿Qué vas a hacer? –Pregunté.

-Lo que cualquier mejor amiga haría.

Y antes de que pudiera reaccionar me metió a la tina.  Traté de ponerme de pie pero se me deslizó el pie descalzo en las baldosas.

-Suéltame. –Exigí.

-No.

Comenzamos a forcejear pero no tengo fuerzas. Y luego recibí una bofetada en la cara. Caí sobre mi trasero y me llevé la mano a la cara.

-¿Qué fue eso? –La miré a los ojos.

-Nunca me imaginé hacer eso pero es la única alternativa que me dejas.

Abrió el agua y la temperatura me  hizo tiritar. Grité porque el agua estaba helada. Traté de salir de nuevo pero me pegó otra bofetada en la otra mejilla.

-¡Para! –Gritó. –Ya estas mojada, si quiera vamos a terminar.

El pijama se me pegó al cuerpo por el agua. Me dejé caer en la bañera y enseguida Clarisa me echó champú en el cabello.

Demonio (secuela de Bestia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora