El rubio trataba de apresurarse para llegar a casa a tiempo, había amanecido hace unos segundos. Él estaba seguro que llegaría a casa, justo a medio día. El día era tranquilo, él no podía creer que su pequeña cumpliría ya 4 años. Todo había sido tan rápido, como amaba a su familia.
Él detuvo sus pasos, algo lo alertó.
-¿Lo notas? -la voz de Kurama se hizo presente. Él asintió.
-Sí.
Dicho aquello bajo del árbol en donde se encontraba y comenzó a caminar, rumbo a aquella distracción. Habían pasado unos minutos, el rubio se daría por vencido. Abrió sus ojos, se dio media vuelta y tomando un kunai, esquivo el que le habían lanzado. No estaba solo.
-¡Sal! -grito él, no estaba para juegos en ese momento. Giro en dirección a unos arbustos, que se movieron. Una risa comenzó a escucharse; él quedo confundido. Esa risa era infantil. Seguía en alerta, aquella cosa se movia con destreza y mucha velocidad. De la nada, un pequeño apareció frente a sus ojos. Su cabello era blanco, su piel pálida, portaba un kunai y estaba en posición de batalla.
-¡Naruto Uzumaki, yo te reto a un duelo! -grito él. Naruto dedujo que podía tener unos 3 a 4 años, recordó a su hija.
-¿Cómo sabes quien soy? -pregunto él intrigado, el niño bufo.
-Todo el mundo habla de ti -dijo arrogante, Naruto se avergonzó.
-Oh, cierto -dijo y sonrió- En fin, no lucharé con un pequeño niño -el rubio lo dijo en tono bromista, el peliblanco gruño.
-¡No me digas pequeño! -enfureció él y corrió a atacarlo. Naruto se agacho, lo detuvo con facilidad y le arrebato el kunai.
-Hablaba en serio -le dijo, el niño lo miro unos segundos. Bajo la mirada, parecía triste. El rubio se sintió incomodo, no quería hacerle sentir mal.
-Solo... necesito derrotarte -hablo él, el Uzumaki alzo una ceja.
-¿Porqué? -pregunto él, el pequeño peliblanco se cruzo de brazos.
-Para demostrarle a mi padre que puedo ser muy fuerte -el rubio suspiro y se sento en el césped, tomo al pequeño con cuidado y lo sentó frente a él.
-¿Que edad tienes? -le pregunto.
-4 años -respondió él. Naruto sonrió.
-No necesitas demostrar tu fuerza, con el tiempo podrás hacerlo. -le dijo él, la tristeza en la cara del niño; desapareció.
-Pero... yo quiero demostrarle, mi papá fue un ninja muy fuerte. Quiero superarlo y que me reconozca -mencionó él haciendo un puño.
Naruto pudo ver su determinación, su mirada lo decía todo, estaba decidido. Era tan pequeño y ya sabía lo que quería. El rubio puso su mano sobre la cabeza de él, el peliblanco lo miró sorprendido. Naruto sentía un ambiente familiar, sentía que lo había visto antes; aunque, claramente, era imposible.
-Entrena, vuélvete más fuerte que ahora; esfuérzate mucho. Estoy seguro que nos volveremos a ver y cuando aquello pase, tendremos una pelea. ¡Dattebayo! -los ojos del pequeño se iluminaron, sonrió y asintió a las palabras del rubio.
-¿Naruto-san? -pregunto el peliblanco, el rubio alejo su mano.
-Dime -respondió, el niño tardo unos minutos antes de hablar nuevamente.
-¿Puede... enseñarme el jutsu clones de sombra? -cuestionó él, Naruto notó que se puso nervioso. Era gracioso, hace minutos tenía una actitud arrogante y ahora; se mostraba frágil.
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Un Nuevo Comienzo
FanficAhora después de los acontecimientos de la guerra. El mundo de Naruto ha dado un gran giro. Nuevos enemigos. Los sentimientos cambiarán. ¿Habrá algo que puedan hacer antes de que sea tarde?. ¿Naruto será correspondido? ¿Se rendirá?